Sánchez tendrá que elegir entre el independentismo o Navarra Suma para ser presidente por mayoría absoluta
La Mesa del Congreso asume el informe de los letrados y mantiene la mayoría absoluta en los 176 diputados
No hay atajos para que el presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, supere la votación de investidura . La Mesa del Congreso ha decidido asumir el informe de los letrados de la Cámara y mantener la mayoría absoluta en 176 diputados al entender que la suspensión de los cuatro diputados presos no conlleva su pérdida de condición de diputados y, por tanto, no puede provocar que la composición del hemiciclo se reduzca.
«Mantienen la condición de miembros de la Cámara sin la cual no es posible su suspensión y deben computar a efectos de su composición, fijada en 350 desde el día de su constitución», ha subrayado al final de la reunión la presidenta del Congreso, Meritxell Batet. En consecuencia, Sánchez tendrá que elegir entre pactar con Navarra Suma, coalición de UPN, PP y Ciudadanos , o hacerlo con alguno de los partidos independentistas: ERC, JxC o Bildu, para salir elegido en primera votación por mayoría absoluta.
Sin cambios en la mayoría, Sánchez tiene que obtener 176 «síes» -mayoría absoluta uno más que la mitad del total de diputados- para convertirse en presidente del Gobierno en primera votación, o más «síes» que «noes» para lograrlo en segunda votación, por mayoría simple. En el primer caso necesitará negociar con Navarra Suma o alguno de los partidos independentistas para obtener su sí.
En el segundo caso deberá hacerlo para obtener la abstención de uno de sus diputados. Sánchez solo esquivará la dependencia de esas abstenciones si los cuatro diputados presos y suspendidos deciden mantener su acta a pesar de que no podrán votar y su escaño equivaldrá numéricamente a una abstención en cada votación, facilitando al PSOE la mayoría simple. Además, el mantenimiento de su escaño restará a su partido una subvención mensual de 1.670,17 euros mensuales por cada preso y reducirá el cupo de presentación de iniciativas, preguntas con respuesta oral en el pleno, interpelaciones, proposiciones de ley y proposiciones no de ley.
En el caso de JxC su peso a todos estos efectos será el de 4 diputados y no el de 7. En cuanto a ERC su peso pasará de 15 a diputados a 14 parlamentarios aunque dado que Oriol Junqueras ha obtenido el acta de eurodiputado, es muy probable que acabe renunciando al acta de parlamentario nacional en los próximos días.
El PSOE, además, necesitará asegurarse antes el apoyo de los 42 escaños de Podemos, los seis del PNV, los dos de Coalición Canaria, el de Compromís y el del Partido Regionalista de Cantabria. Aunque esta posibilidad se aleja ante las discrepancias entre Podemos y CC —esta tarde ya ha advertido Ana Oramas de que no apoyarán ninguna investidura en la que se firme un acuerdo programático de gobierno con Podemos—.
Salvo con el PRC, el PSOE ya ha alcanzado acuerdos de gobierno en el pasado y en cuanto al grupo cántabro, sus exigencias se centran básicamente en la obtención de mayores inversiones para su comunidad. Podemos es el socio que más difícil de lo está poniendo a Sánchez y el pulso entre ambos se mantiene en la conformación o no de un gobierno de coalición.
La decisión de la Mesa del Congreso no fue votada porque según explicó Batet no existió ningún pronunciamiento en contra de la misma. No obstante, los dos representantes de Podemos, Gloria Elizo y Gerardo Pisarello, sí pidieron más tiempo para poder examinar el informe con mayor detenimiento e incluso solicitaron que los letrados profundizaran en algunas cuestiones.
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