40 aniversario de la Constitución

Sánchez ofrece a Torra «nuevos acuerdos» a cambio de un diálogo «sin personalismos»

El presidente propone al PP que el president acuda a la Comisión Territorial del Congreso

El presidente del Gobierno Pedro Sánchez y el presidente de la Generalidad Quim Torra en una imagen de archivo Jaime García
Ana I. Sánchez

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La presentación de los actos de conmemoración del 40 aniversario de la Constitución dio ayer para mucho en el Salón de los Pasos Perdidos del Congreso. El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha decidido acaparar protagonismo en el programa de actividades que impulsa desde hace ya seis meses la presidenta del Cámara Baja, Ana Pastor. Tanto que decidió apadrinar la cita y aprovechar para enviar una nueva petición de entendimiento al presidente de la Generalitat, Quim Torra, ante la ausencia de distensión pese a los evidentes esfuerzos de Moncloa. «La Constitución permite explorar vías de nuevos acuerdos y consensos, alcanzar nuevos y grandes consensos», tendió la mano durante su discurso. «Pero siempre que seamos capaces de dialogar», condicionó. Para más pistas, reclamó un entendimiento «desde la generosidad y huyendo de personalismos» , sin alusiones directas pero como recado a Torra. El presidente del PP, Pablo Casado, escuchaba con gesto serio. Su homólogo en Ciudadanos, Albert Rivera, no acudió a la cita.

Doble mensaje

La presencia de Sánchez en el acto de ayer no era baladí. El presidente del Gobierno quiere combinar ese discurso de distensión y mano tendida al diálogo con otro de cumplimiento de la Constitución, para tranquilizar ánimos dentro de su propio partido pero también entre su electorado más moderado. Por ello, quiso subrayar que a la Carta Magna se la honra y se la conmemora «cumpliéndola y haciéndola cumplir». «No se puede gobernar sólo para una mitad de la ciudadanía. No se puede alterar unilateralmente el marco de convivencia que todos nos dimos y a todos nos ampara. No se puede ignorar reiteradamente a la otra parte», reprochó en esa misma clave, de nuevo sin alusiones. Siguiendo este hilo, destacó que la Constitución enseñó a los españoles «que nunca más un proyecto político debía tener la vocación de dividir a la sociedad en dos mitades condenadas a negarse la una a la otra». De nuevo, otro mensaje a la Generalitat. No en vano, fue el propio Sánchez el que pidió a Pastor implicarse en los actos de conmemoración de la Constitución y hacerlo patente a través de la presentación celebrada ayer. Congreso y Senado llevan desde enero impulsando y participando en actividades de homenaje y hasta el momento ya se han celebrado más de una decena de actos en distintas partes de España.

El recorrido del acto no acabó ahí . Al finalizar el mismo, Sánchez se acercó a la portavoz del PP en el Congreso, Dolors Montserrat, y al secretario general del grupo parlamentario popular, José Antonio Bermúdez De Castro, para mantener una conversación informal en presencia de la portavoz socialista en el Cámara Baja, Adriana Lastra, según pudo saber ABC. Durante la misma, recogió el guante lanzado por Pastor el martes y propuso que Torra acuda al Congreso a explicar su proyecto en el marco de la Comisión para la evaluación y la modernización del Estado autonómico.

Sánchez dialoga con Montserrat en el momento en el que le propuso que Torra acudiese a la Comisión y no al Pleno Ignacio Gil

Esta fórmula permitiría al presidente comparecer sin someterse a votación y solo tendría que responder a las preguntas de los portavoces parlamentarios. Pero no habría debate real con los grupos parlamentarios como propuso la presidenta del Congreso. Por ello, Bermúdez de Castro instó a Sánchez a discutir la posible fórmula con la tercera autoridad del Estado. No obstante, el PP no ve con buenos ojos esta opción . No solo porque libraría a Torra de la votación del Congreso sino porque en la citada comisión solo participan PP y PSOE. Ciudadanos dispondría de un nuevo argumento para acusar a ambos de mano blanda con el independentismo . La Comisión Territorial tiene previsto citar a los presidentes de las autonomías para que reflexionen sobre el modelo territorial pero no para que defiendan su proyecto futuro.

Pastor, en el ojo del huracán

En este contexto, la polémica por la idea de que Torra pueda acudir al Congreso y no someterse a votación siguió persiguiendo ayer a Pastor. Fuentes de Moncloa destacaron su «sintonía total» con su discurso e incluso apuntaron a la existencia de un contacto previo en esta cuestión. Algo que fue negado a continuación desde la Presidencia del Congreso alimentando el desconcierto.

En el PP las reacciones oscilaban entre la sorpresa y cierto malestar por la iniciativa de la presidenta. Quizás por ello Pastor decidió ayer dar marcha atrás y subrayar que cualquier intervención de Torra en el Congreso tendrá que ajustarse al Reglamento. Exactamente la misma respuesta que en 2017 ofreció al expresidente catalán Carles Puigdemont. Las opciones vuelven a limitarse a un debate y votación en el hemiciclo o una comparecencia sin votación en alguna de las comisiones. Esta segunda opción entronca con la propuesta de Sánchez, pero tampoco es bien vista ni por el PP ni por Cs. De hecho, Casado reclamó ayer con contundencia que Torra se someta a una votación si acude al Congreso. «Cualquier presidente autonómico puede acudir al Congreso a presentar una proposición de ley pero esta debe ser votada por todos los representantes de los españoles en sesión plenaria para aprobarse», aseveró antes de conocer la propuesta informal de Sánchez. «El “plan Ibarretxe” descarriló en las Cortes y el procés descarrilaría cuando se viese la mayoría de constitucionalistas», subrayó el líder popular. En la misma línea se manifestó Cs. Su secretario general, José Manuel Villegas, advirtió que Pastor no debe plegarse a las exigencias del president. «Torra puede venir a explicar lo que quiera pero los grupos parlamentarios debemos tener la capacidad de contestar a través de una votación», aseguró.

En cuanto a la relación entre el Gobierno socialista y la Generalitat, Casado consideró probado que Sánchez y el líder secesionista «intercambian señales de humo para alcanzar lo que ellos llaman distensión» y que el PP será el que «cortocircuite» estas señales que avocan a «la cesión del Gobierno de España a los independentistas» . «No hay nada que ceder ni nada que negociar con aquellos que entran en Moncloa con lazos amarillos. Si Sánchez plantea una consulta de autogobierno, el PP será el dique de contención para evitar que haya autonomías que ya no pueden recibir más cotas de descentralización administrativas», expuso Casado. Asimismo, el presidente popular volvió a ofrecer los votos del PP en el Senado «de forma gratuita» para ejecutar el Artículo 155 al Ejecutivo de Sánchez si los líderes secesionistas «siguen en la ilegalidad».

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