Tibia respuesta de Sánchez a la polémica de los lazos: «No garantizan la imparcialidad»

Sánchez ha manifestado tras el Consejo Europeo celebrado en Bruselas que lo que hay en Cataluña es un problema de convivencia, pero no sobre la independencia, que «no se va a producir»

El presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, a su llegada a la cumbre del Consejo Europeo EFE | Vídeo: EP

EFE

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez , eludió este viernes pronunciarse sobre la querella que la Fiscalía va a presentar contra Quim Torra y la que el presidente catalán pondrá contra la Junta Electoral Central (JEC).

El Gobierno está «al servicio de la Junta Electoral y de sus resoluciones para que se hagan efectivas», dijo Sánchez en la rueda de prensa posterior al Consejo Europeo en Bruselas. Y, «a partir de ahí», reconoció que el presidente de la Generalitat, Quim Torra, tiene las opciones que considere puede tomar dentro de un Estado de derecho , en alusión al anuncio del dirigente independentista de querellarse contra la JEC por prevaricación.

Una decisión que él, ha dicho, no tiene que valorar, como tampoco valora la tomada por la Fiscalía, que se querellará contra Torra por desobediencia y sobre lo que tampoco tiene «nada que decir», porque el Ministerio Público, en este Estado democrático y de derecho, «es independiente».

Al hablar de la polémica sobre los símbolos independentistas que la JEC ordenó retirar de las instituciones y que ha llevado a este cruce de querellas, Sánchez señaló que este asunto demuestra que lo que hay en Cataluña es un problema de convivencia, pero no sobre la independencia, que «no se va a producir» .

Que no va a haber independencia para Cataluña, apostilló, «lo sabe la derecha y lo sabe el independentismo», y acusó a ambos de estar «enquistando» este debate. En cualquier caso expresó su confianza en que las elecciones generales del 28 de abril sirvan para que den un paso al frente la «amplia mayoría» de catalanes y de españoles que apuestan por buscar una solución y no por enquistar la crisis en Cataluña.

Al referirse a las resoluciones de la JEC, Sánchez insistió en que lo que decide este organismo en periodos electorales como el actual son «las normas de la democracia» y todos los dirigentes políticos tienen que acatarlas. «Es evidente», apuntó, «que las instituciones deben salvaguardar la neutralidad y es evidente que los líderes independentistas no la están garantizando».

En su opinión, la moción de censura que le llevó a la Moncloa significó un cambio de época y un cambio en la conversación pública, con un Gobierno nuevo que «no alimenta la confrontación» sino que, «desde la Constitución y el respeto a la legalidad, va a intentar siempre buscar soluciones» a este problema.

Por eso, consideró que el 28 de abril se abre una oportunidad, la de que una «amplia mayoría» entre los catalanes y el conjunto de los españoles den «un paso al frente» y apuesten «por la política y las soluciones». «Entendamos la política como un instrumento para resolver conflictos y no para agravarlos y mucho menos enquistarlos como desgraciadamente hemos vivido en los últimos años», dijo Sánchez en alusión al anterior Gobierno de Mariano Rajoy.

Pero también en los últimos meses y semanas, lamentó, hay «partidos de distinta índole» que están «a favor de enquistar y de confrontar el problema» y de «seguir justificando sus propuestas políticas mediante la confrontación». «Nosotros no lo vamos a hacer», insistió el presidente del Gobierno.

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