El suceso ha emborronado las fiestas de este año en Pamplona
El suceso ha emborronado las fiestas de este año en Pamplona - EFE

De San Fermín a la cárcel en tres horas y media, cronología de una violación

Los mensajes de Whatsapp que envió uno de los supuestos agresores a sus amigos permiten trazar el desarrollo de los hechos ocurridos la madrugada del 7 de julio en Pamplona

Un grupo de cinco amigos fue detenido horas después de que una joven de 19 años denunciara haber sido víctima de una agresión sexual en la primera noche de fiestas tras el Chupinazo

Madrid Actualizado: Guardar
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El reciente descubrimiento de los mensajes que envió por Whatsapp José Ángel Prenda, uno de los cinco jóvenes acusados y encarcelados por violar presuntamente a una mujer de 19 años durante la madrugada del 7 de julio en Pamplona, permite —a falta de que se desembargue más información— trazar la cronología de lo que aconteció aquella noche en la capital navarra.

Madrugada del 6 al 7 de julio

Con el Chupinazo en el recuerdo y el primer encierro de San Fermín en el horizonte, cinco jóvenes sevillanos contactaron con una joven, que tampoco residía en Pamplona, sobre las 3.00 horas en la Plaza del Castillo, uno de los enclaves más emblemáticos de la ciudad. Según recoge el auto judicial, Prenda y sus cuatro amigos, que habían acudido a las fiestas más famosas de España como otros miles de jóvenes, se dispusieron entonces a acompañar a esta mujer hasta el coche donde pretendía hacer noche.

Pero antes de llegar al destino, más concretamente en el 5 de la calle Paulino Caballero, un portal abierto y la superioridad numérica y física parece ser que habrían envalentonado a los cinco agresores que, acto seguido, cometieron un error difícil de comprender, sobre todo porque estaban cometiendo un grave delito.

«Follándonos a una entre cinco», escribió «El Prenda» en un grupo de Whatsapp al que pertenecían los encarcelados y otros amigos de la capital hispalense casi dos horas después de haberse encontrado con la víctima. Corrían las 4.50 horas, según la información desvelada en las últimas horas por el diario digital Navarra.com. «Todo lo que cuente es poco» o «puta pasada de viaje» fueron los otros dos comentarios que este hombre, que al parecer también era miembro de los Biris Norte, el grupo de aficionados ultra del Sevilla F.C., dedicó al suceso. Además, también se ha conocido que otro de sus compañeros era militar y un tercero, Guardia Civil, que a la postre fue retirado del cuerpo.

Mañana del 7 de julio

Poco se sabe de lo que ocurrió entre ese momento y las 8.20 horas de la mañana, cuando cuatro de los cinco integrantes del grupo fueron sorprendidos por las fuerzas de seguridad en la plaza de toros de Pamplona, donde disfrutaban, al parecer ajenos de sus actos, de las tradicionales vaquillas posteriores al primer encierro de las fiestas.

La mujer de la que presuntamente abusaron había presentado una denuncia relatando los hechos que, al parecer, hasta fueron grabados por los supuestos agresores. Después de tener conocimiento del suceso, la Policía Foral irrumpió en el coso taurino, donde no se encontraba el quinto varón señalado por la víctima, que poco después fue localizado e igualmente pasó a custodia policial.

Entonces ya era por la mañana y los amigos de los supuestos delincuentes comenzaron a despertar jaleando los actos que «El Prenda» les había descrito la noche anterior a través del grupo de Whatsapp que compartían. «Cabrones, os envidio» o «estos son los viajes guapos» fueron los dos comentarios fuera de tono que han trascendido y con los que el resto de la pandilla felicitó a los supuestos agresores.

Mediodía del 7 de julio

Sólo ellos saben si se creyeron las palabras del «Prenda», si les dieron una validez con la que aprobarían la supuesta violación o si únicamente le estaban siguiendo el juego. A lo largo de la mañana, los medios comenzaron a recoger la noticia en sus ediciones digitales que, evidentemente, también llegó a Sevilla.

Por entonces los teléfonos de los amigos desplazados a Pamplona no daban señales de vida y a buen seguro que el núcleo sevillano comenzó a preguntarse si, después de conocer que cinco jóvenes andaluces habían violado supuestamente a una mujer en Pamplona, podrían ser sus amigos.

Cumplían el perfil esultó que sí. Eran ellos, que desde el 9 de julio están ingresados de forma provisional en distintos centros penitenciarios españoles a la espera de que el juez dicte sentencia tras constatar que existe una grabación en la que «se aprecia la participación colectiva de todos» en los hechos.

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