Rufián y Martínez Pujalte, los únicos diputados que han sido expulsados del Congreso

Según establece el Reglamento de la Cámara Baja, tras tres llamadas al orden a un diputado el presidente puede expulsarle, sin debate, de la sesión

Imagen de archivo de Martínez Pujalte en el Congreso en el año 2006 JAIME GARCÍA

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Gabriel Rufián ha sido protagonista titulares en más de una ocasión a raíz de sus polémicas intervenciones en el Congreso. Las soflamas, camisetas con lemas políticas o la ironía en el discurso por parte del diputado de Esquerra Republicana han sido habituales desde su llegada a Madrid.

Este miércoles, sin embargo, el tono del catalán fue a más y su intervención en el pleno se saldó con su expulsión del mismo . Tras llamar «fascista» a Borrell y referirse a él como «ministro más indigno de la democracia», Rufián se ha convertido en el segundo diputado que ha sido expulsado del Congreso por protagonizar una bronca en el hemiciclo.

Para encontrar otro caso similar en la historia de la democracia de este siglo hay que trasladarse a 2006. El 11 de mayo de aquel año Vicente Martínez-Pujalte , diputado del PP, increpó a gritos a José Antonio Alonso , titular de Defensa, lo que significó su expulsión del pleno después de tres llamadas al orden. Según establece el artículo 104 del Reglamento del Congreso si esto ocurre el diputado en cuestión será expulsado de la sesión.

La bronca en el Congreso surgió a raíz de la condena a dos policías que detuvieron a dos militantes del PP. Durante la intervención del diputado socialista Pedro José Múñoz González, Martínez-Pujalte comenzó a imitar el gesto de una persona esposada , en referencia a este caso. Tras ello, espetó, a gritos, « señor ministro, que nos detienen ».

La situación fue a más y el diputado popular continuó increpando a Alonso cuestionando si le iba a detener. Fue entonces cuando el presidente del Congreso, Manuel Marín , le advirtió de «que si tuviera que llamarle al orden por una tercera vez le invitaré a abandonar el hemiciclo». Algo que finalmente ocurrió después de otro grito del popular que concluyó su «protesta» con un « que me detengan ».

Tras la bronca interrupción del pleno, y los gritos de «dimisión» desde la bancada popular, Martínez-Pujalte terminó abandonando el hemiciclo entre los aplausos de su grupo parlamentario, y no sin dedicar una reverencia a José Luis Rodríguez Zapatero y otra a la bancada del Grupo Socialista.

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