Son muchos los que, este verano, se han llevado el trabajo a la playa. Y allí seguirán porque los empadronamientos en zonas de costa van en aumento. Es el caso Benicassim. Hay quienes no se empadronan, pero deciden quedarse a teletrabajar en su segunda residencia. Así lo ha hecho Juan, catedrático en la universidad. Como todavía no tiene que ir a la universidad se queda en su casa de la playa. Gobierno, patronal y sindicatos se reunirán la semana que viene para tratar de consensuar la nueva ley del teletrabajo.-Redacción-
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