El PSOE asume el discurso de la distensión del PSC

El PP y Cs denuncian que la política de distensión del Ejecutivo de Pedro Sánchez es un anticipo de las concesiones que vendrán

El líder del PSC, Miquel Iceta, en un pleno en el Parlament de Cataluña, en octubre Inés Baucells

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El martes, dos horas antes de que la Generalitat lanzase con toda la pompa su Consejo por la República, la ministra Meritxell Batet pactaba con el consejero Ernest Maragall la retirada parcial de los recursos del Gobierno contra varias leyes catalanas. Sin hacer ruido, la política de distensión a toda costa en la que se empeña el Ejecutivo de Pedro Sánchez –al sector del Govern más pragmática tampoco le interesa la escandalera– supone un anticipo, denuncian PP y Cs, de lo que está por venir: nuevas concesiones y reforma federal de la Constitución y, más a corto que a medio plazo, el indulto a los presos del «procés».

Los temores de PP y Cs no son una marcianada, como se dice, si no la constatación de que el PSOE, y por extensión el Gobierno, están asumiendo al pie de la letra la «hoja de ruta» que dicta el PSC . Nunca antes, apuntan fuentes políticas, el PSC había tenido tanta influencia en el PSOE, partido «hermano» con el que no hace mucho se estuvo muy cerca de la ruptura a cuenta de su querencia por asumir las tesis del nacionalismo, o de manera más reciente, por la abstención de los diputados del PSC a la investidura de Mariano Rajoy. La firma de un nuevo protocolo de relación –que en esencia no modificaba nada del anterior– y la llegada de Pedro Sánchez primero a la secretaria general y, posteriormente, al Gobierno, han cambiado el panorama.

Hace unos días, Cs inundaba las redes rescatando una entrevista de Pedro Sánchez en mayo de 2018 (entonces en la oposición) mostrando su convencimiento de que los líderes del «procés» habían cometido un delito de rebelión, la misma contundencia con la que por las mismas fechas también afirmaba que nunca gobernaría con populistas e independentistas. El requiebro con el que ayer evitó responder a la posibilidad de conceder indultos –un sí por omisión– es coherente con lo que se sostiene en el PSC. Ya en la campaña autonómica de diciembre Miquel Iceta se decolgó mostrándose partidario de los mismos, una afirmación que luego tuvo que rectificar y que en el partido asumen que no ayudó precisamente en el resultado obtenido, por debajo de las expectativas. Otro tanto hizo, ya con Sánchez en La Moncloa, la delegada en el Gobierno en Cataluña. Teresa Cunillera, que luego también tuvo que matizar.

Fuentes del PSC reconocen que el horizonte político a medio plazo con el que se trabaja, descartada la posibilidad de un bloque constitucionalista, es la recomposición de un tripartito de izquierdas junto a ERC y los «comunes», un escenario que pasa, se asume de manera general, por que no haya políticos presos en las cárceles. El indulto asoma.

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