Prisión sin fianza para tres funcionarios de la cárcel de Valdemoro por introducir droga en el centro
El juez dejó en libertad a un cuarto detenido tras los registros de la Guardia Civil en sus casas y en el módulo VII
El titular del Juzgado de Instrucción número 4 de Valdemoro decretó ayer prisión sin fianza para tres de los cuatro funcionarios de la cárcel de esa localidad madrileña, detenidos el lunes por la Guardia Civil por supuestamente introducir droga en el centro durante la pandemia. Al cuarto arrestado, un hombre, le dejó en libertad aunque como investigado, según confirmaron los sindicatos de prisiones en un comunicado. Dos de los investigados han ingresado en la prisión de Estremera, que cuenta con un módulo de funcionarios (en el que estuvo el excomisario Villarejo), mientras que la tercera, una mujer, ha sido enviada a Soto del Real, según pudo confirmar ABC en fuentes de la investigación.
La Guardia Civil detuvo a los cuatro funcionarios el lunes por las sospechas de que habían estado introduciendo estupefacientes en la cárcel durante la pandemia. Al parecer en el origen de la investigación estuvo la declaración de dos personas, que aparecen como testigos protegidos. Los agentes de la Comandancia de Madrid registraron con perros especializados en detectar droga las taquillas de los arrestados en los vestuarios y varias celdas del módulo 7, uno de los tres más conflictivos, según confirmó a ABC un funcionario de ese centro.
En una de las celdas se localizó, al menos, un teléfono móvil, objeto cuya tenencia y uso está prohibida a los reclusos, tal y como adelantó 'El País'. Desde Instituciones Penitenciarias no confirmaron ningún detalle de la operación amparándose en el secreto decretado por el Juzgado de Instrucción número 4 de Valdemoro, cuya secretaria judicial estuvo presente en los registros.
La investigación empezó en pleno confinamiento tras detectarse que en la cárcel madrileña había droga pese a estar cerradas las prisiones de toda España a cal y canto, sin visitas ni permisos de salida en los que algunos internos y sus allegados aprovechan para introducir estupefacientes por todos los medios imaginables. Ese suministro lo seguían haciendo, supuestamente, los funcionarios ahora en prisión, según fuentes de la Guardia Civil.
Los cuatro fueron arrestados el lunes por la mañana en sus viviendas ya que no estaban de servicio y uno de ellos llevaba una temporada de baja médica, según el comunicado emitido por los sindicatos y asociaciones de funcionarios de Prisiones. Al mediodía fueron conducidos en furgones de traslado de presos para que asistieran al registro de sus taquillas con la intervención de perros antidroga.
Los representantes sindicales de la prisión difundieron una nota interna, a la que ha tenido acceso ABC, en la que aseguraban haber sufrido durante el registro de los vestuarios «una de las peores humillaciones» y denunciaban que Instituciones Penitenciarias no hubiera impedido que caiga «la sombra de la duda» sobre la integridad de los trabajadores penitenciarios. En concreto señalaron al director de Valdemoro porque les explicó que esto «es una orden y tenéis que iros inmediatamente del módulo».
«Posteriormente, y de uno en uno, fueron sacando hasta cuatro compañeros, todos ellos fuera de servicio, alguno desde hace meses, desde el cuerpo de guardia hasta los vestuarios, cacheándoles sus taquillas con el perro», señalan y añaden que se llevaron a los «compañeros del centro como habían llegado, en dos furgones de traslado de presos».
Tras conocerse la decisión judicial, las secciones sindicales de Valdemoro apelaron a la presunción de inocencia y a que no se criminalice «al conjunto de la plantilla del centro» . Recuerdan en su comunicado la «penosidad, peligrosidad y dureza del medio» en el que trabajan y piden que su credibilidad no quede en entredicho.
Uno de cada cinco internos fallecidos por sobredosis murió tras una visita con sus familiares o a la vuelta de un permiso. Durante la pandemia, según informó en su momento Instituciones Penitenciarias, no hubo muertes por sobredosis en la cárceles, lo que evidenció la hipótesis de trabajo de cómo entran las drogas en los centros.
Esta operación es el tercer incidente grave relacionado con Valdemoro desde 2019, cuando fue arrestado un funcionario acusado de colaborar con una célula yihadista a la que supuestamente entregaba material a cambio de dinero. En diciembre del año pasado se produjo una de las fugas más insólitas en una cárcel: la de los hermanos Moñiz, Jonathan conocido cono 'el Piojo' y su hermano Miguel Ángel, arrestados al cabo de meses. Al menos un trabajador de la prisión está investigado por un juzgado por haber facilitado esa huida. Prisiones no ha dado detalles sobre cuál fue su participación concreta, denunciada por varios internos, en la investigación que sigue la Secretaría de Estado al margen de la judicial.
Noticias relacionadas
