Un partido devastado por sus devaneos nacionalistas

El proceso soberanista y la irrupción de la nueva izquierda han desgastado al PSC

Barcelona Actualizado: Guardar
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El PSC se dispone de manera inmediata a abandonar su histórica sede de la calle Nicaragua de Barcelona por un modesto local en el barrio del Poblenou. Una mudanza que explica de manera gráfica el tránsito de una formación que ha pasado en apenas diez años de dominar con mano de hierro prácticamente todas las instituciones catalanas -los principales ayuntamientos, Barcelona incluida, las diputaciones, la Generalitat...- a asumir un papel casi subalterno. «El proceso soberanista y la crisis económica, con la irrupción de la nueva izquierda y el colauismo, nos han pasado por encima», reconocía a ABC un dirigente local del partido que, pese a todo, aún confía en que haya «espacio político» para el PSC.

Los críticos en la formación con el acercamiento del PSC a las tesis nacionalistas no dudan en atribuir a esta estrategia los sucesivos descalabros electorales.

Con más o menos coincidencia, todos sitúan la época del tripartito, y el proceso de aprobación del Estatuto, como el origen de todos los males. Cuando en 2003, Pasqual Maragall logró desalojar a CiU de la Generalitat, desde la izquierda, con no poca ingenuidad, se pensaba que el exalcalde de la capital catalana lograría que Cataluña diera el salto adelante que Barcelona había dado una década atrás. Fue un espejismo. El tripartito acabó siendo el desastre que todo el mundo vio, y la elaboración y aprobación del Estatut provocaron tal desgaste, también en su relación con el PSOE, que el PSC no salió indemne. La época anticiclónica que representó el gobierno de José Montilla -si se la compara con la de Maragall- fue el prólogo de lo que vino después, un trompicado deambular en el que el partido se debatía entre sus llamadas «dos almas», la catalanista y la de obediencia al PSOE.

Abstención sistemática

Con el cuerpo magullado y CiU gobernando en ambos lados de plaza Sant Jaume (Generalitat y Ayuntamiento), el «proceso» acabó por rematar el partido de los Reventós, los Obiols... De la errática posición de la formación durante el periodo de Pere Navarro -llegó a anunciar una abstención sistemática en toda votación relacionada con el soberanismo- aún se está recuperando la formación. Tanto como la mudanza a la nueva sede, la evolución del PSC en las generales, donde antes eran imbatibles, explica los problemas del partido: de los 25 diputados en el Congreso en 2008 a los siete de 2016.

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