Pablo Iglesias se autoerige como mediador entre Pedro Sánchez y el secesionismo

El secretario general de Podemos le ofrece a Torra ir juntos hacia la «república plurinacional»

Pablo Iglesias y Quim Torra, este lunes en el Palacio de la Generalitat durante su reunión EFE

Daniel Tercero

Plena sintonía entre Pablo Iglesias, líder de Podemos, y Quim Torra, presidente de la Generalitat de Cataluña. Ayer, ambos dirigentes políticos se vieron en el Palacio de la Generalitat para tratar, básicamente, dos puntos en los que coinciden plenamente: acercamiento de los políticos secesionistas en prisión a cárceles de Cataluña y apuesta sin matices por la celebración de un referéndum de independencia legal en la comunidad.

Respecto al primer punto, Iglesias anunció -tras la reunión, que duró poco más de una hora- que visitará, «en cuanto sea posible», a los políticos acusados de los delitos, entre otros, de rebelión y malversación. Además, el líder de Podemos reveló que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, « está de acuerdo » en que los presos preventivos estén cerca de sus familias, aunque matizó que «es una cuestión que atañe a los jueces». Desde la Generalitat, por su parte, se mantiene el discurso oficial en público, es decir, considerar que los presos independentistas han de estar en la calle y no en la cárcel (por lo que no es suficiente su acercamiento), pero consideran que Podemos es un aliado en el Congreso.

Por otro lado, en relación a la celebración de un referéndum secesionista en Cataluña -que Iglesias recordó que también se ampliaría a Galicia y el País Vasco-, la reunión sirvió para dejar constancia de que Junts per Catalunya y Podemos defienden «el derecho a decidir». Iglesias se ofreció de mediador con el PSOE, partido que «no está de acuerdo en esto». Un escollo, dijo Iglesias, que «no debe impedir el diálogo» y la «exploración» de soluciones políticas. En este sentido, Iglesias apostó por aplicar «valores republicanos» para que «Cataluña y España caminen juntas» y se ponga en marcha una república «plurinacional». En su opinión, «la Monarquía ha jugado un papel muy torpe y de desunión en el conflicto catalán».

La estrategia del líder de Podemos desde que Sánchez entró a La Moncloa pasa precisamente por erigirse como la única vía -o al menos la más fácil- que tiene el presidente del Gobierno para cumplir una de sus promesas de la moción de censura: recuperar el diálogo con las instituciones catalanas y con los partidos independentistas. Desde el partido llevan tiempo insistiendo en su estatus de interlocutor «serio y respetado» entre las fuerzas nacionalistas, partidos que, avisan desde Podemos, «no se fían de Sánchez».

Fue el conflicto catalán y los sucesos del 1-O lo que quebró las relaciones entre el PSOE y los de Iglesias, cuando los socialistas se alineraron con el PP y Cs en la defensa de la Constitución, lo que Podemos denominó el « bloque monárquico ». Sánchez se reunirá con Torra el 9 de julio, después de una intervención de Podemos que prometía allanarle el camino, y que ha servido para constatar la sintonía entre Iglesias y Torra en sus «valores republicanos» y su crítica a la Monarquía.

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