El PP avisa al PSOE de que no pretende reformar la Constitución en la nueva comisión territorial

La negativa de Cs a ocupar ningún cargo y las ausencias de los nacionalistas dejan tres cargos en manos de los populares

El PSOE asegura que el horizonte es que la comisión dure seis meses para después «abrir la reforma constitucional»

El secretario general del PSOE, Pedro Sánchez EFE
Víctor Ruiz de Almirón

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La nueva comisión para la modernización del Estado autonómico ha echado a andar este miércoles con la Sala Constitucional a mitad de aforo, por las ausencias de Podemos, PDeCAT, ERC y PNV que han cumplido su amenaza y no participarán en este órgano, al menos por el momento. Para intentar compensar el vacío de los independentistas, la presidenta del Congreso, Ana Pastor , ha querido constituir la comisión en lugar de delegar la tarea en otro miembro de la Mesa de la Cámara Baja. A su llegada a la Sala Constitucional, ha hecho un llamamiento a que todos los partidos que hoy han faltado a participar en este órgano del que ha asegurado que saldrán «cosas en común y positivas para el futuro de España».

El boicot de todos ellos y la negativa de Ciudadanos a ocupar cualquier cargo en este órgano ha obligado a PP y PSOE a repartirse todos los puestos de la Mesa, que queda bajo control del partido del Gobierno con tres puestos frente a dos de los socialistas. La nueva comisión territorial fue ideada por el líder de la oposición, Pedro Sánchez .

La presidencia estará ocupada por el que fuera jefe de gabinete de los expresidentes Felipe González y José Luis Rodríguez Zapatero: José Enrique Serrano . Una figura bien vista prácticamente por todos los partidos del arco parlamentario y con la capacidad necesaria para presidir las labores de una comisión que debe buscar soluciones para la crisis catalana y apuntar a la reforma de la Constitución. Serrano convocará reunión de la Mesa y los portavoces de la comisión para el próximo jueves 23. Con ello comenzarán a diseñarse los trabajos y el calendario.

Pero incluso en la elección de Serrano, Ciudadanos ha dejado ver su determinación de rebajar el perfil de esta nueva comisión votando en blanco. Las dos vicepresidencias recaen en las populares Alicia Sánchez-Camacho y Susana López Ares , mientras las dos secretarías se reparten entre el PSOE y el PP.

Lo habitual es que el grupo proponente de una comisión no sea quien ocupe su presidencia para reforzar la idea de neutralidad en el resultado de los trabajos. Y lo común también es que haya disputas entre los grupos por ocupar éste y el resto de los puestos, por el plus de visibilidad -y de salario- que supone.

Esta vez ha sido todo los contrario y la dirección de la comisión parlamentaria que debe abrir el diálogo más importante de la democracia , nace con la dirección menos plural vista hasta ahora en el Congreso.

El PP marca distancias

Pero incluso sin los independentistas no parece fácil que esta comisión consense sus conclusiones. El texto registrado por el PSOE para impulsar la creación de la comisión defiende que «la estructura federal corregiría los defectos de organización y funcionamiento del Estado autonómico» y, en concreto, la crisis de Cataluña. «El federalismo es la concepción de gobierno del Estado que mejor puede representar un proyecto común para una España plural y diversa, donde la soberanía reside en el conjunto de la ciudadanía española y se reconoce la existencia de las diversas identidades que la integran», abunda.

El órgano nace de por sí con perspectivas muy diferentes. Su creación ha sido posible en virtud del acuerdo entre Mariano Rajoy y Pedro Sánchez en sus negociaciones de cara a la aplicación del artículo 155. Pero pasado el punto álgido de los acontecimientos que dieron lugar a ese entendimiento, las diferencias entre PP y PSOE se hace evidente.

José Enrique Serrano, que ha realizado una breve intervención en la constitución de la comisión, ha señalado que la primera tarea del órgano es «identificar disfunciones» que se hayan puesto de relieve durante el desarrollo del modelo autonómico y como segunda parte «formular propuestas» que podrían «derivar cambios en la propia Constitución».

La fórmula de la comisión es que durará seis meses, aunque es prorogable. Y no se cuenta el mes de enero porque es inhabil parlamentariamente. Con lo que el órgano estará como mínimo vivo hasta el verano. La voluntad del PSOE es abrir posteriormente la subcomisión para la reforma constitucional , que ya ha registrado en el Congreso pero que todavía no ha sido aprobada.

Modernizar las autonomías

El portavoz del PP en la comisión será José Antonio Bermúdez de Castro . Y al término de la sesión constitutiva ha dejado muy claras las suspicacias que en su partido genera la reforma de la Constitución. «Venimos a hablar de mejorar Estado Autonómico, no a sustituirlo y no con la idea preconcebida de la reforma de la Constitución». Y el número tres del PP, Fernando Martínez Maillo , también dejaba claro que su posición será determinante: «Ningún proceso de estudio o reforma puede hacerse sin que esté el PP». Y a la vez insistía en la necesidad de «mantener los consensos de 1978», algo que hoy ha quedado claro que no sucede.

«Nosotros no hemos venido con idea de reformar la Constitución sino modernizar Estado Autonómico» , ha dicho Bermúdez de Castro, dejando claro que hay cuestiones, haciendo mucho hincapié en el sistema de financiación, que se pueden abordar sin reformar la Constitución. El que será portavoz de la comisión por los populares ha pedido «saber cuál va a ser la propuesta» del PSOE porque hasta ahora «han hablado de plurinacionalidad» y ha resaltado qu en el PP «no somos federalistas, ni nacionalistas»

Pero la vicesecretaria general del PSOE, Adriana Lastra , que será la portavoz en la comisión, ha dejado claro que el horizonte es que la comisión dure esos seis meses para después «abrir la reforma constitucional». Y ha asegurado que se hablará de la financiación, aunque resaltando que es el Gobierno quien debe presentar una propuesta al respecto en el seno del consejo de política fiscal y financiera.

La comisión echa a andar con falta de unidad no solo entre PP y PSOE, sino también con Ciudadanos. José Ignacio Prendes ha asegurado que su partido acude «con muy pocas esperanzas y expectativas muy bajas» y que por «coherencia» con esa posición no han querido participar del órgano de gobierno de la comisión. Aunque Ciudadanos participará del plan de trabajo de la comisión considera que un espacio para hablar del modelo autonómico es inadecuado, porque limita el campo de acción de una futura reforma constitucional a cuestiones como la regeneración democrática que aquí «quedan fuera». «No nos parece que el método sea preparar una pista de aterrizaje a los nacionalistas», ha lamentado.

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