La media mensual de vuelos con la OTAN era de tres

Las posibles restricciones de dos vuelos al mes como consecuencia de las limitaciones presupuestarias no afectaron significativamente a los desplazamientos a las misiones internacionales, según las fuentes consultadas y los documentos a los que ha tenido acceso ABC. Los datos desmienten las afirmaciones de Bono.

La media de los 45 vuelos realizados en los 14 meses anteriores al accidente -del 7 de febrero de 2002 al 27 de mayo de 2003- fue de 3,2 desplazamientos al mes. Por lo que, en el caso de que se hubiera tenido que aplicar esa disminución, la incidencia fue muy poco significativa, siempre según estas fuentes.

Tan solo en febrero de 2002 se realizaron 10 vuelos, porque se tuvieron que llevar a cabo diferentes despliegues, ello implicaba el traslado de todo el material militar y el personal que formaron parte de los contingentes.

Ello hacía necesario varios desplazamientos para el montaje de las bases. En esta fecha fue cuando España inició su misión en Afganistán, con el envío de 450 militares, después de que el Consejo de Ministros del 27 de diciembre de 2001 autorizara la participación en la Fuerza Internacional de Asistencia para la Segridad en Afganistán (ISAF). Las primeras unidades llegaron a final de enero de 2002.

Una vez trasladado el personal, el número de vuelos se redujo considerablemente e incluso se llegaron a realizar uno al mes, como así sucedió en cinco ocasiones. Solo en abril de 2003 se contabilizaron 7 vuelos, en mayo de 2003 fueron 5, y 4 en diciembre de 2002 y marzo de 2003. Tres vuelos se programaron en noviembre de 2002 y enero de 2003 y dos en septiembre de 2002 y febrero de 2003.