El PP frena el intento de veto independentista a la reforma de la Ley de Seguridad Nacional. La reforma, imprescindible según el gobierno, para movilizar recursos en situaciones de emergencia. Sin embargo ERC le da la espalda, al invadirse dicen, competencias y derechos fundamentales en nombre de la seguridad nacional. Aún sin sus socios, el gobierno vuelve a salvar los muebles, en el último momento. Mientras Sánchez insiste en que agotará la legislatura, y minimiza la crisis del espionaje político, aún sobre la mesa.
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