Mario Jiménez, portavoz de la Comisión Gestora del PSOE
Mario Jiménez, portavoz de la Comisión Gestora del PSOE - EFE

La gestora mantiene una posición de fuerza ante un PSC conciliador

Sigue abierta a que el PSC no participe en las primarias y a limitar su peso en los órganos

Madrid Actualizado: Guardar
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Más allá de las sonrisas y el compromiso de «seguir caminando juntos» como mejor solución, PSOE y PSC evidenciaron ayer la distancia que ahora les separa. Pocas cosas se aclararon en el primer encuentro de esta comisión mixta, mientras que la principal duda no solo quedo sin resolver sino que se hizo más grande: la permanencia del PSC en los órganos de dirección federal y el voto de sus militantes en las primarias del PSOE siguen en entredicho.

No cedió en ningún momento Mario Jiménez, portavoz de la Comisión Gestora, que no descartó ninguna posibilidad: «No quiero anticipar ninguna posición; si anticipamos el sentido del diálogo, ese mismo diálogo no tiene sentido». Minutos antes le había precedido en la sala de prensa el secretario de Organización de los socialistas catalanes, Salvador Illa, que había manifestado que esa posibilidad «queda aparcada».

Y dejó claro que al PSC le «gustaría participar» en la elección del próximo secretario general del PSOE.

Aunque la comparecencia pública de Jiménez dejó patente una posición contundente por parte de la Comisión Gestora, desde el PSC se constataba en privado que la reunión se había desarrollado en un muy buen clima. Algo que atribuyen al deshielo de relaciones fruto del encuentro la pasada semana en Sevilla entre la presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz, y el primer secretario del PSC, Miquel Iceta. Pero lo cierto es que Jiménez apenas dio muestras de ese mejor clima. La mano derecha de Susana Díaz aseguró que en el encuentro «se constató que la relación que existe es asimétrica» y que en el debate orgánico el PSOE pretende corregir esa cuestión, sin precisar en ese momento cuál será su propuesta ni descartar ninguna posibilidad. «Tratándose de dos partidos autónomos lo razonable es buscar la simetría. No me atrevo a anticipar ninguna posición».

Declaración de Granada

Tanto Illa como Jiménez sí aseguraron que existe un consenso entre ambos partidos en que la declaración de Granada es el documento en el que los socialistas enmarcan su propuesta de modelo territorial y su punto de salida para negociar con otros partidos la reforma constitucional. «Granada es la única propuesta encima de la mesa con detalle y ambición suficiente para solucionar el encaje de Cataluña en España», aseguró Illa, que fue más lejos al asegurar que «si se cumpliera en toda su extensión el PSC estaría más que satisfecho». En los documentos no se hace referencia al término nación. Aunque Illa no rehusó el término ayer, bordeando lo aceptable para las federaciones meridionales socialistas: «Desde el PSC hemos defendido que Cataluña es una nación en lo identitario y lingüístico pero eso no implica la reclamación de un Estado».

El vaivén en el discurso identitario que el PSC practica lleva la desconfianza a Ferraz. Jiménez mostró su frialdad al respecto: «Ha habido propuestas del PSC que desde nuestro punto de vista no conciliaban bien con Granada». No dejó de insistir en que es importante empezar el debate sobre el «análisis político» para «clarificar algunas interpretaciones y pronunciamientos. Entendemos que ha habido algún fallo de interpretación».

La comisión negociadora está compuesta por tres miembros del PSOE (Mario Jiménez, Elena Valenciano y Francisco Fuentes) y otros tres del PSC (Salvador Illa, Meritxell Batet y Antonio Balmón). Las dos formaciones plantean que a lo largo de los dos próximos meses se extiendan los contactos para «mejorar» un protocolo de unidad que se fraguó desde 1978, sin que tampoco se aclarase ayer a qué órgano del partido competerá su ratificación.

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