Garzón: «No vamos a fusionarnos con Podemos, carece de toda lógica»

El coordinador federal de IU trata de marcar perfil propio después de que Iglesias tuviera que incorporar la propuesta de Errejón de que cualquier fusión orgánica debe ser aprobada por una mayoría cualificada de dos tercios de los militantes

Madrid Actualizado: Guardar
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Izquierda Unida ha visto como su papel en el debate público se reduce a que se cuestione sobre si se van o no a fusionar con Podemos. Después de que las principales corrientes de Podemos hayan alejado esa posibilidad, Garzón ha escrito esta tarde una carta a los militantes de IU para cerrar la puerta, al menos por ahora, a ese proceso: «Por supuesto tampoco ahora nos vamos a fusionar con Podemos».

Íñigo Errejón incorporó en su propuesta organizativa que cualquier fusión orgánica del partido debía aprobarse por una mayoría cualificada de dos tercios de todos los inscritos. Pablo Iglesias incluyó este mismo mecanismo reforzado en el documento que presentó un día después.No existe un consenso en Podemos para abordar esta cuestión, es más Errejón y sus tesis, que según las últimas votaciones podría representar en torno al 40% del partido, están en la línea opuesta a esta posibilidad.

Ante esta realidad, Garzón ha buscado hoy marcar distancia para no verse en mitad de esa guerra. Lo ha hecho con un texto a sus militantes colgado en la web del partido en la que «la construcción de esta polémica es una artificialidad para tratar de dividir a IU». Garzón plantea que tras los debates vividos en IU al respecto «podemos decir claramente que no vamos a fusionarnos con Podemos. Porque no lo hemos aprobado, porque no lo hemos discutido y porque, sinceramente, carece de toda lógica».

Recuerda, eso sí, que en su XI Asamblea se aprobó «construir un movimiento político y social más allá de IU, con otros actores, que partiera de una fuerte apuesta por el socialismo, el feminismo y el ecologismo. A mi juicio es obvio que una fusión con Podemos, cualquier cosa que eso quiera decir, no es lo aprobado mayoritariamente por nuestra militancia». Pero lo cierto es que, al margen del nombre que se le quiera dar, no está nada claro, y así se percibe sin duda en la parte de Podemos que controla Íñigo Errejón, qué significa y qué es ese espacio a medio camino entre la relación actual y la fusión orgánica. A juicio de muchos de sus afines, ese punto intermedio, sencillamente «no existe».

En mitad de la batalla de Podemos

La coalición electoral de cara al 26-J dio a su líder, Alberto Garzón, un protagonismo notable dentro de una de las candidaturas con más minutos de telediario. Con el relato del sorpasso al PSOE en su punto álgido.

Así, Garzón, que en la anterior legislatura contaba con dos escaños, se veía y se decía en esa campaña como parte de «la alternativa al PP». Ahora, con la legislatura en marcha y Podemos inmerso en su batalla interna, su protagonismo está diluído dentro de un grupo parlamentario que es más noticia por el debate de cuál debe ser su papel en las instituciones.

Tras la coalición Unidos Podemos en la campaña electoral, y pese a que supuso un fracaso en relación al voto que ambos partidos obtuvieron por separado el 20-D, empezó a plantearse el debate en Podemos de si articular una relación «más estrecha» con las confluencias territoriales y con IU. Desde los afines al secretario general se trabajaba en esa dirección.

El 21 de noviembre de 2016 Garzón aseguraba que su intención era «superar» IU y que la construcción de ese bloque con Podemos y los movimientos sociales está «en estado embrionario» y que no se conseguiría solo registrando el nombre de un nuevo partido en el Ministerio de Interior. Cosa que, no obstante, se hizo por personas afines a Iglesias. Aunque siempre han defendido que se trataba de una medida «preventiva» para impedir que alguien se apropiase del nombre de la coalición.

Ese mismo día, el secretario de Organización de Podemos, Pablo Echenique, aseguraba que el reto era «fortalecer» esa alianza y que sería en Vistalegre II cuando se estudiaría la «estructura concreta» de esa suma. No obstante, dejó claro que «avanzar a un espacio de política común» no se hacía en cuatro meses «aunque tenga todo el sentido del mundo».

La fusión o no con IU entraba de lleno en la batalla de Podemos. Íñigo Errejón ha hecho bandera de mantener a la formación morada como un partido «autónomo», estableciendo en la situación actual el punto máximo de colaboración. Alianzas electorales cuando llegue el momento, trabajo parlamentario y poco más. «Rotundamente no», llegó a contestar Errejón en una ocasión cuando se le planteó la posibilidad de una fusión orgánica.

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