Las funciones del presidente del Congreso

Por fin ha despejado el PP la duda de quién será su candidato a la presidencia del Congreso. Tras anunciarse este lunes el acuerdo de los populares con Ciudadanos — por el que éstos cedían al PP la cabeza de la Mesa a cambio de dos puestos en ella—, Mariano Rajoy ha anunciado en rueda de prensa que su postulada será la actual ministra de Fomento en funciones, Ana Pastor.

De ser la más votada por la Cámara Baja en la sesión de este martes, Ana Pastor deberá dejar su cargo en funciones en el ministerio y sucederá a Paxti López al frente del Congreso de los Diputados. El socialista fue investido presidente el pasado 13 de enero con 130 votos a favor en segunda votación y, de ratificarse la opción de Pastor, cedería su puesto tras la brevísima XI Legislatura.

En principio, la popular contaría con 169 votos favorables.

Funciones

Entre sus nuevas funciones, recogidas en el artículo 32 del Reglamento del Congreso, el presidente del Congreso ostenta la representación de la Cámara. Debe asegurar el correcto funcionamiento del parlamento, dirigir los debates y mantener el orden en los mismos, y ordenar los pagos.

Además, entre sus atribuciones, Pastor debería cumplir y hacer cumplir el Reglamento, interpretarlo en caso de duda y suplirlo en caso de omisión.

El Presidente del Congreso también posee todo el poder administrativo y las facultades de policía dentro del interior de la Cámara Baja, velando siempre por el orden en el Congreso e interponiendo medidas disciplinarias. A esto, se le unen las llamadas a cuestión y al orden, pudiendo retirar la palabra a los diputados —en caso de que, por ejemplo, no respeten el turno de intervenciones—, e incluso prohibir la asistencia de algún parlamentario a una o dos sesiones u ordenar su expulsión inmediata de la Cámara —si se producen ofensas contra otros parlamentarios—.

Por otra parte, el regidor de la Cámara Baja ha de presidir las sesiones conjuntas de ambas Cámaras —Congreso y Senado— y recibir del Rey la propuesta a la Presidencia del Gobierno.

Cabe destacar que en el parlamentarismo español la Presidencia de la Cámara de los Diputados se configura como una institución imparcial, con un papel moderador, que va más allá de las conforntaciones partidistas.