Faes acusa a Sánchez de «normalizar el golpe de Estado» perpetrado por los independentistas
En un duro comunicado, la fundación carga contra «la extranjerización» concedida por el Gobierno a la Generalitat con una cumbre bilateral propia de encuentros internacionales
La fundación Faes , dirigida por el expresidente del Gobierno José María Aznar , ha dicho basta. En un duro comunicado alerta contra la voluntad de Pedro Sánchez de «normalizar el golpe de Estado» que los separatistas perpetraron hace algo más de un año, cuando proclamaron la independencia de Cataluña en el Parlamento regional el 27 de octubre, tras la celebración de un referéndum ilegal.
El «think tank» español asume que el Gobierno de Pedro Sánchez ha traspasado ya una frontera que no se había cruzado «ni en los peores momentos» de la democracia y apunta que ahora se mueve en «el oscuro territorio del supremacismo etnicista catalán» de la mano del presidente de la Generalitat, Quim Torra, un «xenófobo racista contrastado» .
«Que el problema ahora es la "desfranquización" es un sarcaso grotesco», señala Faes, refiriéndose al contenido del comunicado conjunto que emitieron ayer a última hora de la tarde ambos Ejecutivos. Un tipo de comunicado, por cierto, que tal y como recuerda Faes es una práctica internacional por excelencia .
También lo es la escenificación de una cumbre bilateral, como a la que accedió el Gobierno con la «minicumbre» pactada con Torra, después de que este amenazase con plantar a Sánchez y no reunirse con él aun albergando Barcelona la reunión del Consejo de Ministros de este viernes. La idea inicial del Ejecutivo, que terminó por descartarse ante la presión del Govern, era que Sánchez y Torra mantuviesen un encuentro institucional, como el que se produjo entre el presidente y Susana Díaz en Sevilla, cuando tuvo lugar allí el Consejo.
Estrategia de la Generalitat
Según Faes, la incapacidad del Ejecutivo de controlar a los 17.000 Mossos d'Esquadra presentes en Cataluña y su decisión de enviar agentes de la Policía Nacional como refuerzo, ante las movilizaciones de los CDR y del resto de entidades soberanistas, se enmarca dentro de una estrategia de la Generalitat para «acentuar la disrupción de la vida ciudadana» y recordar a los barceloneses «las consecuencias» de tener al Gobierno de España en su ciudad.
Esta fundación recuerda además el cambio de criterio de Sánchez con respecto a si hubo o no delito de rebelión en el «procés» , en lo que ve como una forma de ejercer presión al Tribunal Supremo de cara al juicio a los presos soberanistas. «Presión que los miembros del Gobierno y otros cargos socialistas no han dejado de ejercer, incluyendo al Sánchez que como presidente no ve el delito de rebelión que sí veía con claridad meridiana como dirigente en la oposición », reza el escrito.
«Mucha oda al diálogo, pero solo con quienes hace un año atropellaron la representación política de los catalanes»
Los «barones» socialistas, aunque Javier Lambán o Emiliano García-Page han abierto la puerta a ilegalizar a aquellas formaciones independentistas que se instalen en el quebranto constitucional, tampoco se libran del reproche de Faes, que les echa en cara que traten ahora de «blanquear» a su secretario general, después de que este saliese del PSOE en un fratricida Comité Federal el 1 de octubre de 2016, precisamente, por la negativa de los líderes regionales socialistas a gobernar con los independentistas.
«Mucha oda al diálogo, pero solo con quienes hace un año atropellaron la representación política de los catalanes», aduce Faes, quien insta al Gobierno a dar un golpe de timón y entablar conversaciones con los principales partidos constitucionalistas : PP, primera fuerza en el Congreso; y Ciudadanos, partido con más escaños en el Parlament.
Por último, en relación a la decisión del Ejecutivo de cambiar el nombre del Aeropuerto del Prat por el de Josep Tarradellas —en homenaje al primer presidente de la Generalitat durante la Transición—, Faes advierte de que Torra no es como este último, quien «luchó» justamente para que personas como el actual jefe del Govern «quedaran encerradas en ese pasado que Tarradellas conocía muy bien» y con el que se terminó gracias a la Constitución y al Estatuto catalán .
