La evolución de Podemos: de «nombrar» ministros a romper negociaciones

Podemos ha pasado de tener «ministros» a tener «negociadores». Y de comparecer su líder, Pablo Iglesias, casi en calidad de vicepresidente, a que fuera su número dos, Íñigo Errejón, el que anunciara el final de las negociaciones con el PSOE. Los de la formación morada comenzaron tratando de marcar la agenda de Pedro Sánchez y pidiendo negociaciones y han acabado siendo ellos mismos quienes han acabado con ellas.

El 22 de enero Iglesias daba la primera gran sorpresa, no solo porque se ofrecía a formar un Gobierno con el PSOE cuando hasta entonces había negado tal posibilidad, sino porque la condición era que él fuese el vicepresidente primero del Ejecutivo resultante. A Sánchez el anuncio le pillaba por sorpresa y reunido con el Rey.

«Entré en Zarzuela sin un Gobierno y ahora tengo todos los ministros nombrados».

La propuesta de Podemos les devolvía la iniciativa política y obligaba a Sánchez a maniobrar. «No me cierro a nada. Estamos en un momento nuevo, pisando terreno ignoto y, por tanto, estoy abierto a explorar otras vías, y por su puesto, si tiene que haber una coalición o no. No lo sé», explicaba pocos días después el candidato a la investidura. Mientras, seguía el acercamiento ya iniciado con el líder de Ciudadanos, Albert Rivera, incluso aunque desde Podemos parecían tener hecho hasta el reparto de carteras ministeriales.

En la cuenta de Twitter de Podemos Zaragoza publicaban por error el reparto de ministerios, donde figuraban tanto PSOE como Podemos: Íñigo Errejón ocuparía la cartera de Interior; el ex-Jemad Julio Rodríguez, la de Defensa; la número tres del partido, Carolina Bescansa, sería la ministra de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad y la juez en excedencia Victoria Rosell, la de Justicia, entre otros.

Desde Podemos, además, seguían pidiendo, al menos frente a las cámaras, «negociaciones exclusivas» al candidato a la investidura, persentándose como la única opción real de garantizar un Gobierno, un mantra que han repetido hasta la saciedad mientras el acuerdo entre PSOE y Ciudadanos se hacía real.

El 15 de febrero Podemos volvía a la carga y presentaba una propuesta programática de Gobierno para iniciar las negociaciones con el PSOE. Un documento de 98 páginas que incluía la reivindicación de celebrar un referéndum en Cataluña, una reforma territorial o la disolución de las diputaciones provinciales, a excepción de las vascas, además de la vicepresidencia y otros 15 ministerios. Sin embargo, aunque finalmente sentaban al «equipo negociador», Sánchez se reunía en sercreto con Rivera e Iglesias mandaba a Errejón a liderar la mesa.

El número dos de Podemos era quién, de hecho, este miércoles, anunciaba la interrupción de las negociaciones, al menos hasta el 5 de marzo. «Curiosamente, Podemos fue el último en sentarse en la mesa de negociación y ha sido el primero en levantarse de ella», ha dicho este jueves el secretario general socialista.