Las diferencias entre el recibimiento a los inmigrantes del Aquarius y a los quince del Audaz
Ningún ministro recibió ayer en puerto a los náufragos a su llegada a puerto en San Roque
Ya están en suelo español. Los 15 inmigrantes acogidos por el Gobierno «por razones humanitarias» de los 165 rescatados por el Open Arms en el Mediterráneo central tocaron tierra firme en la mañana de ayer tras una odisea marítima y podrán pedir asilo en nuestro país.
Lo hicieron en buen estado de salud y a bordo del buque de la Armada española Audaz P-45, donde embarcaron el martes en el puerto de Pozallo, en la isla italiana de Sicilia. Antes pasaron 19 días hacinados junto al resto de inmigrantes en el Open Arms dado que el Gobierno italiano no les permitía atracar. Finalmente, una orden de la Fiscalía italiana ordenó que el barco lo hiciera en el puerto de Lampedusa.
Estas 15 personas engrosan la cuota española del reparto de los 165 inmigrantes del Open Arms. El resto le ha correspondido a Francia, Alemania, Portugal, Luxemburgo y Rumanía.
El Audaz atracó en el puerto de San Roque (Cádiz) a las 8:45 horas. Allí les aguardaba un amplio dispositivo formado por Capitanía Marítima, Policía Nacional, Guardia Civil, Cruz Roja, Acnur y la Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR). Muchos más que inmigrantes.
El desembarco fue rápido. A las 9:04 minutos , el primero de 15 inmigrantes tocaba tierra y el último lo hacía cuatro minutos después. Se trata de 14 hombres y una mujer, de entre 18 y 30 años y procedentes de Eritrea, Sudán, Gambia, Ghana, Nigeria, Liberia y Etiopía.
Tras dejar el buque de la Armada española fueron subiendo a un autobús de la Policía Nacional que los trasladó a los módulos que la Cruz Roja tiene junto al Centro de Atención Temporal para Extranjeros (CATE) de San Roque, dependiente del Ministerio del Interior , unas dependencias situadas a unos 500 metros del muelle.
Voluntarios de la Cruz Roja se encargaron de prestarles una primera asistencia. Desde la organización se confirmó en la tarde de ayer a ABC que todos se encuentran en buen estado de salud.
Unas dos horas después de esa primera atención en tierra fueron derivados al CATE, donde fueron informados de sus derechos, entre ellos el de solicitar asilo. Personal de ACNUR e intérpretes de sus respectivas lenguas estuvieron disponibles para prestarles ayuda.
España sólo tiene convenios de extradición con Argelia y con Marruecos por lo que estas 15 personas, que cuentan con una autorización excepcional de entrada por parte del Gobierno « por razones humanitarias y en función de los compromisos adquiridos por España», según indicó ayer el Ejecutivo, tienen ahora una semana para formalizar su solicitud de asilo si así lo deciden y pueden permanecer en nuestro país hasta que se resuelvan dichas solicitudes. De hecho, Acnur ya confirmó ayer la intención de todos ellos de pedir asilo en España.
En el CATE de San Roque no había ningún otro inmigrante -lejos quedan ya los centenares que llegó a albergar el pasado verano-. Estas instalaciones, custodiadas por la Policía Nacional y que fueron abiertas el pasado verano para descongestionar las comisarías de Policía, tienen capacidad para acoger hasta 600 personas.
Los trámites en el CATE fueron rápidos. Poco después de las dos de la tarde, estas 15 personas subieron a un microbús para ser trasladadas al Centro de Estancia Temporal El Campano , dependiente del Ministerio de Trabajo, Migraciones y Seguridad Social y que la Cruz Roja gestiona en Chiclana, también en la provincia de Cádiz. Tampoco albergaba ayer ningún inmigrante hasta la llegada de estos 15.
Allí reciben asistencia social y permanecerán, en régimen abierto, un máximo de 15 días hasta ser derivados a otros recursos de acogida o continuar su proceso migratorio. Muchas de estas personas salen de sus países con el destino ya establecido para dirigirse a otros puntos de España u otros países de la Unión Europea, donde a veces les esperan familiares.
Aquarius
Se trata de la novena vez que España concede una autorización excepcional de entrada a inmigrantes por razones humanitarias desde que en junio de 2018 se acogiera en nuestro país a 549 de las 629 personas rescatadas por el Aquarius. El puerto de Valencia fue el escogido entonces.
El puerto de San Roque también ha sido el designado por el Gobierno para estas acogidas. Ha sido en dos ocasiones. El Open Arms desembarcó por primera vez en este puerto gaditano hace ahora un año. Transportaba a 87 personas que la ONG catalana había rescatado frente a las costas de Libia. El 28 de diciembre llegaron 307 personas más.
En ambas ocasiones, la ONG afeó al Gobierno español que eligiera este puerto al no ser el más cercano y hacer que estos inmigrantes tuvieran que soportar varios días más de travesía marítima. Sus peticiones y reproches no fueron escuchadas.
La elección de San Roque en esta última ocasión también ha generado una gran polémica por su lejanía, así como por los vaivenes del Gobierno en torno al traslado y acogida de estas personas. La decisión de destinar un buque de la Armada española para este traslado también ha sido muy criticada por el elevado coste que ha supuesto para las arcas del Estado.
El Audaz es un moderno patrullero de la Armada, de apenas un año de funcionamiento, utilizado en misiones contra la piratería y para la vigilancia de los embargos. Se trata de un Buque de Acción Marítima cuya principal misión son las Operaciones de Interdicción Marítima, destinadas a imponer la prohibición en el tránsito de personas y mercancías dentro de un área definida, y que normalmente consisten en la interceptación y, si es necesario, el abordaje de buques para verificar su carga, todo ello en apoyo de sanciones de tipo económico o militar que hayan sido previamente impuestas.
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