Cospedal reafirma su apoyo a Cifuentes pero en el PP solo esperan un milagro

Génova presiona a Cs por querer echar al PP, pero Rivera mantiene el órdago con el PSOE

Isabel B. Permuy
Itziar Reyero

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La carta de la presidenta madrileña renunciando a su título no convenció a casi nadie. Desde luego no a Ciudadanos, que mantiene su órdago de derrocar el Gobierno de la Comunidad apoyando la moción de censura del PSOE si el PP no cambia a Cristina Cifuentes. «La carta de Cifuentes es su confesión: pone en evidencia la trama delictiva en la universidad y sus mentiras reiteradas para encubrir los delitos. Espero que Rajoy no deje que se pudra más el caso y proponga a un presidente interino limpio para acabar la legislatura», avisó Albert Rivera en Twitter.

«Puede devolver el máster que nunca cursó, pero no puede devolver la dignidad a las instituciones, el prestigio a la Universidad y la confianza a los madrileños», remató Pedro Sánchez .

La excepción entre tanto descrédito fue la secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal , aliada y «amiga», que se paró ante los periodistas para ratificar que mantiene su fe en Cifuentes . La también ministra de Defensa aplaudió la carta de renuncia, «muy fundamentada y explicativa», aunque desde la misma sede de Génova se lamentó que llegara tarde, 28 días exactamente, y tras una estrategia de defensa errática y huidiza , que ha dejado un rastro de presuntas falsedades que han arruinado su credibilidad.

El PP, por tanto, se mantiene dividido ante el escándalo por el máster y la dirección solo trata de administrar los tiempos. Según reconocía ayer un portavoz, solo un milagro de Rajoy puede salvar a la presidenta madrileña en el sillón de la Comunidad de Madrid. «El presidente intentará algo para dar una solución a todo esto», confiaron los más fieles del marianismo. «Es muy difícil», replicaron en la cúpula , con un diagnóstico mucho más crudo de la realidad a la que se enfrentan.

De momento la estrategia sigue siendo aguantar el pulso de Ciudadanos, ganar tiempo. Rajoy decidirá hasta cuándo. El resumen es que el presidente del Gobierno no quiere sacrificar a Cifuentes por un tema que sigue considerando polémica menor. Pero la prioridad sigue siendo no perder el poder. Apurará su decisión hasta la fecha límite de la moción, el 7 de mayo. Eso siempre y cuando Cifuentes resista la presión mediática y de su propio entorno. «Hay 500 puestos en juego» , recuerdan en el partido.

La presidenta madrileña está dispuesta a dar la batalla pese a la . «Tengo el apoyo de mi partido y de mi presidente , por supuesto. Lo tengo, indudablemente», dijo ayer Cifuentes, que reapareció en Sol ante los medios en actitud arrogante, desafiando a Ciudadanos a que apruebe la moción de censura del PSOE con Podemos. «Mi obligación es gobernar para los madrileños, cosa que haré hasta el último día, sea el día que sea», dijo, en el único comentario que pudo entenderse como una concesión. «No está en mi mano». insistió en otro acto por la tarde en el Colegio de Arquitectos de Madrid, resistir o no en el cargo.

Cifuentes prometió que hará «siempre, siempre» lo que le diga su partido, aunque de momento no se plantea dimitir porque cree que «no hay razones objetivas para ello», más allá «de los intereses políticos». Rajoy también lo cree así y le mantiene mientras puede.

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