Mallorca

El Consell de Mallorca pide actuar contra el autor de un escrito por «apología» de la violencia de género

El hombre calificó en una carta al director de «brutal agresión» el intento de un joven de quemar viva a su pareja, suceso que ocurrió el pasado mes en Mallorca, si bien añadió que no podía ser considerada como una «acción machista»

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La directora insular de Igualdad del Consell de Mallorca, Nina Parrón, y el concejal de Igualdad del Ayuntamiento de Palma, Aligi Molina, ambos de Podemos, han presentado este martes un escrito ante la Fiscalía pidiendo que actúe en relación a una carta al director publicada en un medio local el pasado 7 de julio bajo el epígrafe de «No fue agresión machista», por si su autor pudiera haber incurrido en algún tipo de delito.

La citada carta al director está firmada por el presidente de la Asociación de Padres de Familia Separados de las Islas Baleares, Jorge Skibinsky, y hace referencia al suceso ocurrido el pasado 29 de junio en una finca del municipio mallorquín de Alcudia. En dicha fecha, tuvo lugar un nuevo caso de violencia de género en las Islas. En concreto, Carlos Peña, de 37 años de edad y nacionalidad española, roció con gasolina a su pareja

, Xue Sandra Saura, de 32 años y nacionalidad española, y luego le prendió fuego con la intención de matarla.

Para Skibinsky, fue una «brutal agresión» y un «hecho deleznable», pero también considera en su carta que no sería correcto calificarla como una «acción machista». En opinión de Parrón y de Molina, en cambio, Skibinsky habría querido «justificar» la agresión del hombre y también habría hecho «apología de la violencia machista» en su carta.

Cabe recordar que Xue Sandra consiguió sofocar con una manta las llamas que quemaban su cuerpo y pudo salir de la habitación en la que se encontraba. A continuación, alertó a una vecina de que había un incendio en la casa. A pesar de las gravísimas lesiones sufridas, la joven consiguió abandonar el lugar, con su hijo de dos años en brazos, logró entrar en su vehículo y se dirigió hacia la casa de sus padres para pedir ayuda.

Xue Sandra fue trasladada de urgencia al Hospital de Son Espases, ubicado en la capital balear, en estado muy grave, con quemaduras en el 80 por ciento de su cuerpo. Horas después, fue evacuada al Hospital de Vall d'Hebrón de Barcelona, en donde aún permanece ingresada, en estado crítico.

Carlos Peña confesó ante la Guardia Civil que había intentado matar a su pareja y fue detenido por agentes de la Benemérita. Con posterioridad, el pasado 1 de julio la magistrada del Juzgado de Instrucción número 2 de Inca acordó prisión provisional sin fianza para el acusado. La juez le imputó dos delitos de tentativa de asesinato y un delito de incendio.

El presunto homicida reconoció que en la noche del 28 de junio había discutido con su pareja, después de que la joven le hubiera comunicado que iba a dejarle porque había conocido a otra persona. Tras dicha discusión, Carlos Peña abandonó la finca, estuvo consumiendo alcohol y drogas, compró un litro de combustible en una gasolinera y regresó a la vivienda familiar de madrugada. Poco después, entró en la habitación donde se encontraban descansando Xue Sandra y su hijo e intentó matar a la mujer. «Si no está conmigo, no está con nadie», afirmó el agresor ante la magistrada.

Por lo que respecta a la citada carta al director que los dos altos cargos de Podemos han entregado ya a la Fiscalía, su autor iniciaba el texto señalando que cuando afirma que no fue una «agresión machista» se refiere, en concreto, a «la brutal agresión» cometida por Carlos Peña. «Estamos de acuerdo en que se trata de un hecho deleznable, pero discrepo en el tratamiento que se le ha dado considerándola una acción machista», señalaba Skibinsky.

«Estamos ante un crimen pasional, con una personalidad obsesiva que ha intentado ejercer la dominación sobre su pareja», se indicaba asimismo en dicha carta, y se añadía: «Si la agresora hubiera sido Carla Bruni, quien esta misma semana confesaba “Si mi marido me engañase podría llegar a actos extremos como cortarle el cuello o las orejas mientras duerme”, nadie afirmaría que es un “crimen feminista” ni mucho menos que hubo “violencia de género”, aunque sí lo sería por definición». Por último, Skibinsky señala que «el feminismo radical y misándrico ha imbuido a la sociedad de su ideología sectaria, que ve machismo hasta en la sopa».

Por contra, la denuncia presentada este martes ante la Fiscalía por el Consell de Mallorca y el Ayuntamiento de Palma señala que «el conjunto del texto —de Skibinsky— busca la comprensión y acercamiento a la figura del agresor, justificando en función de las circunstancias una atenuación y hasta una exención de la responsabilidad de sus actos». Para la directora insular de Igualdad, «la libertad de expresión existe, pero no todo vale».

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