Casado pide tiempo a los barones ante las exigencias de dimisión
Presidentes del partido ven necesario un nuevo liderazgo cuanto antes, con un congreso «en marzo antes que abril»
Editorial ABC | Otro error de Génova
Son las horas más difíciles en la historia del Partido Popular, según reconocen con pesar dirigentes consultados por ABC. Nunca había vivido una crisis semejante y todos coinciden en que ni siquiera Luis Bárcenas hizo tanto daño al partido. En esta guerra civil el partido ha quedado literalmente destrozado en cuestión de horas, y los populares coinciden en que solo puede solucionarse con decisiones drásticas, que deberá tomar el presidente del partido, Pablo Casado , cuanto antes. «Los líderes deben tomar en ocasiones decisiones muy difíciles, así se demuestran los liderazgos verdaderos», comentan desde la vieja guardia, que ven con estupefacción lo que está ocurriendo tras el choque frontal entre Isabel Díaz Ayuso y Casado.
Lejos de relajarse durante el fin de semana, la presión interna ha subido varios grados para que Casado actúe de forma inmediata, sin pérdida de tiempo. En ese clima, el presidente del PP llamó ayer a los presidentes regionales del partido para conocer de primera mano su punto de vista y la solución que proponen, y a la vez para pedirles tiempo. La primera intención de Casado sería llegar al congreso nacional del julio, pero fuentes territoriales han advertido de que no puede pasar ni un minuto más, exigen su renuncia y que convoque un congreso extraordinario «en marzo mejor que en abril».
La intención de Casado era hablar con todos los presidentes regionales del partido, escuchar, tomar nota de lo que decían y a partir de ahí tomar decisiones. Ese ha sido siempre el modo de actuar de Casado antes de dar cualquier paso que pudiera ser trascendental. Algunos de los barones consultados señalaron que vieron a Casado «tranquilo», convencido de «haber actuado bien» y dispuesto a buscar una solución pacífica con Ayuso.
Mientras efectuaba la ronda con los presidentes territoriales del PP, Casado convocó el Comité de Dirección del partido para hoy, lunes, a las 11 de la mañana. Se trata de un órgano interno que suele reunirse todas las semanas, pero todo apunta a que no será una reunión más de la cúpula del PP y desde algunas direcciones territoriales esperan decisiones importantes.
De ese órgano forman parte, además del presidente del partido y el secretario general, todos los vicesecretarios, los portavoces parlamentarios, el portavoz nacional y alcalde de Madrid, y la presidenta del Comité de Derechos y Garantías, Andrea Levy , quien deberá dar carpetazo al expediente informativo abierto contra Ayuso. Su intención es cerrarlo «cuanto antes» y pasar página de ese hecho insólito. Los miembros del Comité de Dirección son personas de la máxima confianza de Casado: todos están ahí por él y su proyecto, por lo que no es el lugar para que nadie le exija la dimisión. Eso sí, alguno de los integrantes del Comité se estaba planteando ayer si asistir a una reunión que puede ser más tensa de lo normal.
Rebelión territorial
El jueves, Casado habló con los barones que tienen 'mando en plaza', esto es con Alberto Núñez Feijóo , Juanma Moreno, Alfonso Fernández Mañueco y Fernando López Miras, y lo hizo con la propia Isabel Díaz Ayuso el viernes, en una reunión en su despacho después de intercambiarse acusaciones a través de los medios de comunicación. Las demandas de algunos líderes territoriales se basaron en tres puntos: una solución rápida, la destitución del secretario general y la revisión de la relación de Génova con los territorios, para eliminar las fricciones.
Ninguna de las tres se ha cumplido por ahora. Y quizás ya sea tarde. Varios presidentes regionales del partido, que se han cruzado entre ellos decenas de llamadas en los últimos días, se plantearon incluso organizarse y convocar una reunión de todos ellos sin Génova para hacer pública sus exigencias, con el fin de parar la sangría que estaba matando al partido. A partir de ahí, Casado quiso llamar y hablar con todos , en plena rebelión territorial. Pero lo hizo en un momento en que la tensión estaba disparada, y algunos barones reclamaron ayer un relevo en el liderazgo del partido, con la convocatoria inmediata de un congreso extraordinario.
La vía «pacífica»
Otros presidentes se mostraron partidarios ante Casado de encontrar una solución «pacífica». «Pablo e Isabel tienen que sentarse y buscar una solución entre los dos, para recomponer la unidad y cortar esta guerra de una vez», advirtieron fuentes territoriales. Esa búsqueda de un acuerdo 'pacífico' fracasó el viernes en la reunión que mantuvieron Casado y Ayuso en Génova, «pero tienen que volver a intentarlo». «Que se sienten y no se levanten hasta solucionar todas las diferencias», señalan. Y añaden: si la salida de la crisis pasa por destituir al secretario general, «que se haga ».
Algunas fuentes autonómicas aseguran que, entre las llamadas cruzadas que se han producido entre presidentes, «no se ha pedido la cabeza de Casado». «El problema se está enfocando mal, no es cuestión de nombres, sino de restituir la unidad interna, empezar por los cimientos, asegurarlos y a partir de ahí tomar otras decisiones. Pero lo primero es asegurar la unidad», señalan esas fuentes. Eso sí, todos coinciden en algo: « El factor tiempo es importante . Hay que actuar ya, sin pérdida de tiempo, esto no se puede alargar ni un día más».
No todos los barones piden soluciones drásticas. Casado y García Egea siguen teniendo en el presidente de la Región de Murcia, Fernando López Miras , el mejor aliado. Siempre dispuesto a cerrar filas, ha defendido la actuación del secretario general y ha recordado que «forma un equipo indivisible con Casado». Fuentes próximas a López Miras han explicado a ABC que el presidente regional ha hablado en los últimos días con casi todos los dirigentes autonómicos y provinciales, «y la mayoría apoya a Génova, tanto a Pablo como a Teo». Eso sí, López Miras también ha pedido «solucionar lo antes posible los problemas».
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