La pugna por presidir el PP

Casado endurece su discurso mientras Santamaría sigue esquivando el debate

El candidato popular insiste en su idea de ilegalizar los partidos independentistas

Los candidatos a la Presidencia del PP Pablo Casado y Soraya Sáenz de Santamaría (d) a su llegada a la cena que celebra el Grupo Popular EFE | Vídeo: Casado propone ilegalizar partidos independentistas EP

Marco Naya

Hay dos acontecimientos que preocupan en el Partido Popular estos días. El primero son las reuniones de Pedro Sánchez y Quim Torra . Pero sin duda es el segundo el que concentra más esfuerzos. El enfrentamiento en torno a la celebración o no de un debate entre los candidatos a presidir el PP, la exvicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría , y el vicesecretario de Comunicación del PP, Pablo Casado está trasladando una imagen de fractura a la que no están acostumbrados en la formación conservadora.

«La confrontación entre compañeros del PP sólo ayudaría al PSOE», aseguró Santamaría durante una entrevista en Cope, en la que consideró que el debate le vendría «muy bien» porque se «contrastaría experiencia y trayectoria» . La ganadora de la primera vuelta de las primarias afeó que Casado que base su estrategia en querer «dividir entre señoras» -en referencia a ella y la exministra de Defensa, María Dolores de Cospedal- y matizó que «se han comportado con una educación ejemplar, mucho más que algunos señores».

Por su parte, ayer Casado insistió en su apuesta por la integración , que sin embargo no significa que apueste por la candidatura única. Él y su equipo insisten en «llegar hasta el final». Por lo que la apelación a la unidad se entiende como un gesto para seducir a los compromisarios partidarios de Cospedal. Lo hizo durante un acto en Madrid que le sirvió para arrimar posiciones con la expresidenta del PP del País Vasco, María San Gil .

La popular, personalidad eminente de la etapa de José María Aznar y crítica con la política antiterroritas de Mariano Rajoy , acompañó ayer a Casado, quien le ofreció un hueco en su candidatura «cuando quiera y como quiera». Sin embargo, esta aproximación a San Gil, que ya no milita en el partido, no gustó a algunos sectores populares que empiezan a irritarse con las continuas reminiscencias con Aznar del candidato.

En paralelo, justo ayer la diputada del PP, María del Mar Blanco , estrenó cuenta en Twitter en la que recordó a su hermano, concejal en Ermua y asesinado por ETA, Miguel Ángel Blanco. La número dos de Rajoy le respondió: «Mi recuerdo está con Miguel Ángel, con tu familia y contigo , referente de compromiso con la libertad, cada día defiendes su legado político en el PP».

Feijóo, la clave

Pese a que Santamaría esté liderando la carrera hacía el Congreso extraordinario, el escenario puede variar ya que hoy Casado se reune con el presidente del Partido Popular gallego, Alberto Núñez Feijóo , y con sus compromisarios en Galicia, comunidad en la que ganó Cospedal. No obstante, Feijóo también se encontrará en Pontevedra el lunes con la exvicepresidenta.

En este contexto, con la idea del debate entre los candidatos sin calar en la Comisión Organizadora del Congreso, la imagen de unidad que se quiso dar desde la votación de afiliados mediante aquel «hoy ha ganado el PP» -aunque sin foto grupal de los entonces precandidatos- sigue sin fraguarse y solo puede hacerse tangible con un encuentro de ambos. Una fotografía que, de hecho, tuvo su oportunidad ayer por la noche en la última cena del grupo parlamentario popular, a la que acudieron más de un centenar de diputados y en la que estaba previsto que los dos candidatos se encontrasen.

Ilegalizar partidos secesionistas

Javier Maroto , que forma parte del equipo de Casado, insistió ayer en la unidad interna como su prioridad, y trató de relajar el ambiente reconociendo que Sáenz de Santamaría cuenta con un equipo «extraordinario». Asimismo, Maroto señaló, en relación a la propuesta de Casado de ilegalizar los partidos independentistas, que es una cuestión que debe «tener el consenso en el PP». Pablo Casado reafirmó ayer ese compromiso que ya mostró en octubre pasado, cuando dijo que los grupos democráticos españoles «no deberían incluir en sus Estatutos fines ilegales» . El líder popular justificó su posición haciendo alusión a las constituciones de Francia, Alemania y Portugal y reconoció que «no entiende» que un partido diga en sus normas que quiere romper con lo establecido en la Constitución.

Pablo Casado en una imagen de archivo EFE

«Lo que dije anteriormente es que se puede hacer una modificación de los Estatutos o de la ley de partidos», explicó Casado, justo antes de lamentar que, en aquel momento, expresar su sugerencia le supusiera una petición de reprobación en el Congreso , por parte del portavoz de ERC, Joan Tardà, y no lograse «muchas adhesiones». A pesar de ello, el finalista de las primarias remarcó que él considera que es una medida «urgente» y se alegró de que algunos compañeros de su formación que antes «censuraban» su idea, ahora empiecen verla con buenos ojos.

De igual manera, el candidato para liderar el PP también propuso como forma de combatir los brotes independentistas la reincorporación en el Código Penal de los delitos de de sedición impropia y de convocatoria ilegal de referéndum . El objetivo de la medida es, según Casado, «prevenir» para no centrarse sólo en enarbolar una una «política reactiva» según la cual solamente se recurre a los tribunales cuando los secesionistas hacen «algo». «Con esas dos medidas se evitó el plan Ibarretxe, y hubiéramos evitado el plan de Puigdemont», sentenció.

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