Santamaría acepta el debate que le pidió Casado pero insiste en la unidad
El vicesecretario presenta una solicitud formal para que los dos candidatos confronten sus ideas
Los dos candidatos a la presidencia nacional del PP, Soraya Sáenz de Santamaría y Pablo Casado , han pisado fuerte el acelerador tras pasar el corte de la primera vuelta de las primarias populares. La exvicepresidenta recogió ayer el guante que le había lanzado Casado en una entrevista en ABC y aceptó «sin ningún problema» un debate, si bien dejó claro que ella prefiere «un diálogo para el acuerdo» y para conseguir una candidatura de unidad en el PP.
Los dos candidatos han chocado de frente nada más iniciarse la segunda fase de este proceso de elecciones internas del PP . Sáenz de Santamaría se ha volcado desde la noche electoral del jueves en intentar convencer a Casado para que se integre en su candidatura, y evitar así que el partido llegue dividido a la votación definitiva de los días 20 y 21 de julio, en la que un total de 3.184 compromisarios, elegidos por los afiliados, decidirán quién será el sucesor de Mariano Rajoy . La exvicepresidenta argumenta que ella se impuso en la primera vuelta, y el PP siempre ha defendido que se respete la lista más votada. Pero Casado ha dado un rotundo «no» como respuesta, y ha exigido a su contrincante que respete las normas del partido, que prevén una segunda vuelta en un proceso que aún no ha terminado.
El desencuentro entre ambos es cada vez mayor. Solo les separaron 1.546 votos en la votación de los afiliados inscritos , apenas 2,6 puntos de diferencia en porcentaje de voto válido. Según Casado, es «un empate técnico» . En esta situación ha querido marcar distancias con las políticas de Santamaría en los últimos años y desde ABC pidió ayer un debate de ideas con ella.
El equipo de Santamaría eligió Coslada para dar un paseo bajo un sol de justicia, pasadas las 12.30, y tener un encuentro con militantes, sofocados por el calor. Allí, por insistencia de los medios de comunicación para que aclarara su posición, la exvicepresidenta aseguró que acepta el debate propuesto por Casado, aunque dejó claro que prefiere un «diálogo sincero para el acuerdo, para unir y para construir». Aprovechó para remarcar que ella está acostumbrada a debatir en el Parlamento con Pedro Sánchez, Pablo Iglesias y Albert Rivera, que son sus «auténticos adversarios».
Santamaría recordó a Casado que los debates son para «confrontaciones ideológicas con adversarios» y en el PP, insistió, hay que plantear debate «como diálogo para el acuerdo».
Tras conocerse la respuesta de su adversaria en las primarias del PP, Casado dio un paso más al solicitar de manera formal el debate al Comité Organizador del Congreso del partido . En el escrito de solicitud, la candidatura del vicesecretario de Comunicación explica que «la celebración de un debate entre los candidatos no solo favorece el contraste de ideas y la información de los compromisarios sobre las propuestas de los candidatos», sino que es consecuencia «del propio funcionamiento democrático de los partidos políticos y favorece la ejemplaridad del proceso para los electores, para la sociedad y para los medios de comunicación».
Proyecto de cada aspirante
«Tras esta primera vuelta de las primarias, es importante que se produzca un debate de ideas, en el que cada candidato ofrezca un programa en el que se definan sus prioridades y su proyecto de partido, de país y las reformas que considera necesario emprender», sostiene la candidatura de Casado.
En el escrito, se pide al Comité Organizador un debate en la sede nacional del PP entre los dos candidatos proclamados el día 5 de julio, con señal a todos los medios, «en el que puedan confrontar sus ideas antes de la celebración del congreso».
La pelota está ahora en el tejado de este Comité Organizador, que se reúne hoy en Génova, 13, presidido por Luis de Grandes . El partido solo tomaría la decisión de organizar un debate si los dos candidatos oficiales estuvieran totalmente de acuerdo, y en este caso algunas posiciones no son tan entusiastas en privado. Fuentes populares señalaron que en el equipo de Santamaría tienen dudas sobre la conveniencia de escenificar un encontronazo entre los dos aspirantes a la presidencia del partido.
Valor «esencial» del PP
La exvicepresidenta del Gobierno puso énfasis ayer en el mensaje de unidad de partido . En el acto en Coslada, advirtió de que es un valor esencial del PP, que no debe perderse bajo ningún concepto. De ahí su insistencia en buscar una candidatura de integración que evite la guerra interna de aquí al 20 y 21 de julio.
Pero, además, la campaña interna de Sáenz de Santamaría tiene un adversario principal, que está fuera de su partido: Pedro Sánchez . En sus intervenciones, la número dos de Rajoy habla realmente como si fuera candidata a la Presidencia del Gobierno, y no solo a las primarias del PP. La mayor parte del tiempo se centra en atacar al líder socialista y a sus aliados independentistas y populistas. Y los mayores aplausos los recibe cuando asegura que su objetivo es echar a Sánchez y recuperar La Moncloa. Pide el voto de los compromisarios para derrotar al PSOE, no para vencer a un compañero de partido. De ahí que un debate con su rival interno en el PP distorsione esa estrategia de campaña.
Casado, sin embargo, quiere llevar la bandera de la «renovación» dentro del PP, y pretende poner voz a todos los que, dentro de su partido, creen que hay que cambiar las cosas para volver a recuperar los millones de votos perdidos. Y eso se hace, a su juicio, con una «refundación» del PP y una regeneración de España, y no repitiendo las mismas políticas. Por eso, las críticas a la gestión de Santamaría con la «operación diálogo» o por «hacerse fotos de amistad con los independentistas» forman el núcleo central de su discurso. Es eso lo que quiere cambiar, y por eso mismo busca el cuerpo a cuerpo con su adversaria.
Santamaría no quiso contestar de forma directa a las fuertes críticas de Casado, pero sí recordó que Torra presentó una querella criminal contra ella por su acción en Cataluña.
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