Carmena planea aparcamientos disuasorios para mujeres

«Hay que tener en cuenta el género de los conductores»; «a las mujeres a lo mejor nos podrían interesar unos aparcamientos disuasorios que nos dieran otro servicio más, podríamos aprovechar para hacer algo». Con estas palabras, la alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena, avanzó ayer que, para despejar el tráfico en la capital, se está dando vueltas al uso que se incluirá en los ocho aparcamientos disuasorios de origen que se construirán en la ciudad y que podrían ver la luz en 2017. Estas palabras cogieron por sorpresa a la veintena de periodistas que se dieron cita, por primera vez, con la regidora en un desayuno dulcificado con sus famosas magdalenas. «Perdonadme, no me han salido tan bien; se me olvidó decirle a mi marido que comprara mantequilla», se excusó.

El proyecto de los aparcamientos por sexo necesitó explicación y nota aclaratoria posterior por parte del gabinete de comunicación. «Incluir, por ejemplo, supermercados, bancos, servicios de gestión, etc., para que cuando lleguen al parking puedan hacer sus gestiones», dijeron en un primer momento. Más tarde, por «mail», detallaron que se basaba en estudios técnicos: «Mientras el hombre piensa en llegar antes y a tiempo, la mujer piensa en llegar, pero rentabilizando el tiempo del que dispone. Es decir, la mujer tiene un comportamiento más complejo a la hora de elegir su modalidad en el transporte».

Las propuesta sonó similar a la que la regidora hizo tres días después de tomar el bastón de mando en junio con los «colectivos de madres» limpiando los colegios de sus hijos. «Limpian algo que les importa y eso a su vez tiene un valor social añadido porque limpias mejor cuando limpias y sabes que es para algo y puedes tener una actitud pedagógica con los estudiantes», manifestó entonces. Esta idea fue matizada rápidamente incluyendo al género masculino, pero tampoco fue bien recibida y pronto quedó, en boca de la regidora, en «una sugerencia».

Trabajo comunitario

Lo que parece que llevará a puerto será la idea de los barrenderos universitarios. Ayer defendió el trabajo comunitario al reconocer que el botellón en Madrid es un gran problema, un fenómeno que genera un gran gasto para la Administración local en materia de limpieza. «Ya hay peticiones de universidades e institutos para colaborar en la limpieza de la ciudad», reveló.

Entre las declaraciones más llamativas que hizo ayer la exjueza destacó la de h aber dado alojamiento a algunos de los 350 okupas -84 detenidos- que destrozaron el colegio mayor San Juan Evangelista, «Johnny», en trece meses: «Me hubiera gustado estar enterada con anterioridad [del desalojo] para que hubiéramos tenido una prestación simultánea de atención a personas que pudieran estar necesitadas de buscar un alojamiento».

Carmena, además, reconoció que su Navidad será diferente. Tras las quejas de una asociación por retirar el belén de la Plaza Mayor y la escasez de figuras del nacimiento de Cibeles (30), aclaró que ha habido una «necesidad» de hacer una Navidad «recogiendo los intereses de todos, no solo la de las personas que le gustan los belenes».