Borrell, alto representante para la política exterior de la UE a su pesar
El ministro tenía reticencias a ocupar un cargo de tanta responsabilidad porque exige «mucha movilidad» y ya tiene 72 años
Tras dos jornadas maratonianas, los líderes de la Unión Europea llegaron ayer a un acuerdo que culminó con el nombramiento de Josep Borrell como alto representante de la política exterior de la UE y vicepresidente de la Comisión Europea.
Desde el equipo de Pedro Sánchez se había transmitido que, siendo Frans Timmermans presidente , era imposible colocar a España en uno de los puestos de alto rango. El objetivo pasaba por situar al ministro en una comisaría económica con rango de vicepresidencia. Algo que parecía que se ajustaba más a las pretensiones de un candidato que había avisado al Gobierno que ya tiene 72 años y que el puesto de alto representante, el que siempre quiso Sánchez para él, exige «mucha movilidad».
En La Moncloa no se desmentía que Borrell tenía reticencias al respecto . Aunque en el Gobierno creían que al final «estará a lo que tenga que estar», en función de la representación que España obtuviese. Así sucedió al final.
No obstante, desde el equipo del presidente se aseguraba que España acudía a la negociación «con varias bazas» para cada puesto al que se pudiese aspirar. Sánchez contaba con otras dos opciones para ocupar puestos europeos: los ministros Nadia Calviño y Luis Planas .
Cuando se constató que Timmermans carecía de apoyos suficientes para presidir la Comisión, el presidente en funciones tuvo que recuperar la opción de Borrell para uno de los altos cargos que se negociaban . Lo contrario habría sido un rotundo fracaso.
A mediodía, antes de que comenzase el Consejo y cuando seguían los contactos bilaterales, comenzó a circular un paquete de designados que encendió todas las alarmas. Desde el Gobierno español no pudieron negar que esa propuesta estuviese verdaderamente encima de la mesa.
«Quizá no haga falta viajar tanto»
Pese a tener sus reservas respecto a este puesto inicialmente, esta mañana, Borrell ha dicho en una entrevista en la Ser recogida por Europa Press sentirse «muy honrado» . Ha asegurado que le satisface haber sido propuesto para el cargo y ha recalcado que lo importante es que «la tarea se haga en beneficio del proyecto europeo».
Además, el próximo jefe de la diplomacia europea ha dicho a los medios que no cree que estar al frente de este cargo le suponga pasar más horas en un avión de las que ha pasado como ministro de Exteriores -ha subrayado que ha visitado 40 países en un año- y ha apuntado que, con las nuevas tecnologías, «quizá no haga falta viajar tanto».
Desde su cuenta personal de Twitter, el ministro también se ha mostrado contento con su nueva posición: «Gracias por la confianza, presidente, muchas gracias también al Consejo Europeo por proponerme», reza el mensaje. Si bien, tanto en la red social como en la entrevista, Borrell ha insistido en que el Parlamento Europeo tiene la última palabra para confirmarle a él y a todos los miembros de la Comisión, a los que someterá a audiencias que «no son una formalidad». «Yo he visto rechazar a candidatos», ha señalado.
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