Armengol nombra jefe de la Oficina Anticorrupción de Baleares a un ex alto cargo del PSOE
Cristóbal Milán, que ocupó varios puestos de responsabilidad bajo los gobiernos socialistas, sustituye a Jaime Far que dimitió en noviembre ante supuestas presiones políticas
El Gobierno balear formado por PSOE , Podemos y los nacionalistas de Més per Mallorca ha nombrado a Cristóbal Milán Mateu como director de la Oficina de Lucha Contra la Corrupción . La plaza estaba vacante desde el pasado mes de noviembre tras la dimisión de su antecesor Jaume Far , quien dejó el cargo por supuestas presiones políticas ante las investigaciones que se desarrollaban desde la Oficina.
Milán, hasta ahora jefe del área de Ética Pública, Prevención e Integridad de este organismo, tiene una amplia trayectoria en la gestión pública, aunque siempre vinculada a los gobiernos socialistas. Entre 1999 y 2003 fue director general de presupuestos del Gobierno balear, e interventor general entre 2007 y 2011 con Francesc Antich . Además, trabajó en la Guardia Civil bajo el mandato de Joan Mesquida . También fue gerente y director general en el Ayuntamiento de Calvià con la socialista Margarita Nájera y con Alfonso Rodríguez .
La Oficina Anticorrupción de Baleares fue creada por el Parlamento balear en 2016, a instancias de Podemos, para «fomentar los valores de la ética pública y la integridad, impulsar buenas prácticas, llevar a cabo seguimiento de las obligaciones que establece la legalidad vigente». Durante un año y medio estuvo parada y no fue hasta 2018 cuando se nombró a Jaume Far como director de la Oficina, uno de los cargos mejor pagados con un salario anual de 95.000 euros . La Oficina tiene un presupuesto de 1,3 millones de euros para 2022, importe sufragado por el Parlamento e indirectamente por el Gobierno balear, a través de los Presupuestos Generales .
El director dimitido abrió una investigación sobre la vacunación irregular de altos cargos del pacto de izquierda y pidió un listado de cargos públicos vacunados en las islas, que incluía a diferentes instituciones como el Gobierno balear, Consells insulares o ayuntamientos. Esto creó un gran malestar dentro del PSOE. En febrero de este año, con Far dimitido y en pleno proceso de búsqueda de un sustituto, la Oficina archivó este caso.
El PP le afeó al Gobierno tripartito que este organismo encargado de fiscalizar la gestión del Ejecutivo sea una «sucursal» del Gobierno autonómico, y ha anunciado que lo quitará si gobierna.
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