Los abogados de la Infanta Cristina a su llegada a la última jornada del juicio de Nóos
Los abogados de la Infanta Cristina a su llegada a la última jornada del juicio de Nóos - EFE

El abogado de la Infanta dice que «el único administrador» de Aizoon fue Urdangarín

Molins atribuye a Manos Limpias «una voluntad de hacer daño mediáticamente y en la sociedad»

Palma de Mallorca Actualizado: Guardar
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Tras un receso a media mañana, el juicio del caso Nóos ha continuado con el alegato final del abogado Pablo Molins, uno de los seis letrados que representan a la Infanta. Miquel Roca también se encontraba en la sala, pero no ha intervenido. Previamente, han presentado sus informes el abogado del exvicealcalde de Valencia Alfonso Grau, Jesús Bonet, y el letrado del asesor Salvador Trinxet, Jaime Campaner.

Molins ha iniciado su intervención criticando a Manos Limpias, que es la única parte que presentó acusación contra Doña Cristina, como presunta colaboradora necesaria en los dos supuestos delitos fiscales cometidos por su marido en 2007 y 2008. El sindicato pide, a través de la letrada Virginia López Negrete, ocho años de prisión para la Infanta.

«No puedo dejar de contestar ni una sola de las graves acusaciones vertidas contra la Infanta», ha afirmado Molins.

«Vivimos en una triste época, en la que es más fácil desintegrar un átomo que un prejuicio», ha proseguido el letrado, parafraseando a Albert Einstein. A continuación, ha recordado que Aizoon, la mercantil cuya titularidad compartían Iñaki Urdangarín y la Infanta, fue constituida en 2003. «Desde el día de su constitución, el único administrador de hecho y de derecho fue don Iñaki Urdangarín», ha recalcado, para añadir que Doña Cristina siempre quedó al margen de la gestión de la sociedad. En esa misma línea, ha indicado que la Infanta «no tuvo intervención ni conocimiento de la imputación de gastos a la sociedad Aizoon».

A continuación, Molins ha señalado que todos los testimonios, tanto de los acusados como de los testigos, desvincularon por completo a la Infanta de la gestión de Aizoon. El letrado ha puesto los ejemplos de las comparecencias del propio Urdangarín, el excontable de Nóos Marco Antonio Tejeiro, el exasesor fiscal Miguel Tejeiro o la exsecretaria de Urdangarín, Julita Cuquerella. Además, según el letrado, «todos los informes periciales han avalado de forma contundente e incontestable la tesis de la inocencia de la Infanta».

La Infanta, al margen

Molins ha reconocido que la firma de Doña Cristina aparece en varias actas de Aizoon, pero ello no acreditaría «en modo alguno» que estuviera al frente de la sociedad. Por lo que se refiere a la contratación de personal doméstico en la vivienda familiar que el matrimonio poseía en Barcelona, «no hay ninguna prueba» de que la Infanta supiera que dicho servicio «lo pagaba Aizoon», porque de esos trámites «siempre, siempre, siempre» se ocupaba Urdangarín.

Sobre el uso de la tarjeta de crédito de Aizoon por parte de la Infanta, Molins ha señalado que Doña Cristina sólo hizo «una decena de cargos» a lo largo de siete años, por importes menores.

El letrado también ha negado que la Infanta hubiera sido utilizada como un posible «escudo fiscal» cuando se constituyó Aizoon. En ese sentido, ha recordado que si bien el notario Carlos Masiá afirmó durante la fase de instrucción que Miguel Tejeiro le habría dicho que la Infanta fue utilizada como escudo frente a Hacienda, durante su comparecencia ante el tribunal matizó esa versión. «Tejeiro no me lo dijo expresamente, me lo dio a entender», puntualizó Masiá.

Teniendo en cuenta que Aizoon se fundó en 2003 y que los supuestos delitos fiscales que habría cometido Urdangarín tuvieron lugar en 2007 y 2008, no existiría, según Molins, ningún dato que permita sostener la «absurda conclusión de que Aizoon se fundó para cometer defraudaciones fiscales», que es una de las tesis mantenidas por Manos Limpias.

«Nunca, nunca, nunca se ha acusado ni condenado por delito fiscal a un mero socio no administrador», ha proseguido el letrado. En ese contexto, ha negado que haya podido haber un trato de favor hacia la Infanta en esta causa. A continuación, ha añadido que Aizoon jugaba un papel «absolutamente marginal» en la vida de la Infanta, debido a sus tareas como madre, su trabajo en La Caixa y sus responsabilidades institucionales.

Por lo que se refiere a las declaraciones de la renta de Doña Cristina, Molins ha recordado que la Infanta explicó ante el tribunal que quien las elaboraba cada año era el funcionario Federico Rubio. Así lo confirmó el propio Rubio durante su comparecencia como testigo.

El papel de Manos Limpias

Para el letrado, López Negrete se habría «agarrado» a la teoría de la «ignorancia deliberada» para inculpar injustamente a Doña Cristina. En ese contexto, ha indicado que Manos Limpias hizo su acusación a la Infanta «de manera temeraria y con mala fe». Además, ha dicho que el sindicato pide una condena «desproporcionada» e «inédita». Igualmente, ha atribuido a Manos Limpias «una voluntad de hacer daño mediáticamente y en la sociedad».

Por último, ha reprochado a López Negrete que hubiera renunciado a la comparecencia del perito que el propio sindicato propuso y ha hecho una velada alusión al hecho de que el secretario general de Manos Limpias, Miguel Bernad, esté en estos momentos en la cárcel por presunta extorsión. «Manos Limpias se representaba a sí mismo para promocionarse mediáticamente y realizar actividades presuntamente irregulares», ha afirmado.

Finalmente, Molins ha pedido al tribunal que «con la merecida absolución de Doña Cristina de Borbón restablezca por fin la Justicia, para que nadie pueda dudar en el futuro de su inocencia, y de paso impida con ello que una organización presuntamente irregular, vamos a dejarlo así, consiga alcanzar la culminación de sus indecentes propósitos».

«Juicios paralelos»

«Precisamente por ello solicito ahora que se dicte una sentencia absolutoria y se transmita a la sociedad el mensaje, contundente, primero de que el Derecho todavía no ha muerto, que se puede seguir confiando en la independencia de la Justicia y, sobre todo, que ésta se aplica en condiciones de igualdad para todos, sin favorecer, pero tampoco sin perjudicar a nadie por razón de su linaje, de su estatus social o de lo que se diga en los juicios paralelos», ha añadido.

El letrado ha acabado su alegato final con una cita del jurista y filósofo romano Marco Tulio Cicerón: «La Justicia no debe aspirar a ningún premio, se la imparte por ella misma, y de igual modo sucede con todas las virtudes».

Una vez finalizada la exposición de Molins, la presidenta del tribunal, Samantha Romero, ha recordado a los 17 acusados que podían hacer uso de su derecho a la última palabra si así lo deseaban. Todos ellos han renunciado, uno a uno, a ese derecho. «Declaro concluso este juicio oral, que queda visto para sentencia. Pueden desalojar la sala», han sido las palabras con las que Romero ha dado por finalizado este juicio, que se inició en enero del presente año.