Cataluña como remedio

Las elecciones del próximo 27 de septiembre en Cataluña no solo dirimirán el conflicto abierto por el presidente Mas acerca de la independencia. Los comicios servirán de piedra de toque para los cuatro principales partidos. La campaña, los resultados y los acontecimientos sucesivos podrían afectar a las expectativas para las próximas elecciones generales.

Por su raíz catalana, Ciudadanos es el partido que más se juega en estos comicios. A tenor de algunas encuestas, la candidatura que lidera Inés Arrimadas podría colocarse como segunda fuerza inmediatamente por detrás de la lista única promovida por CDC y ERC. Pablo Simón, profesor de la Universidad Carlos III, plantea que el partido «tiene una gran oportunidad» en estos comicios, pero que de nuevo competirá «contra sus enormes expectativas».

En cualquier caso, un resultado contundente es fundamental para el partido de Albert Rivera, que debería traducirse en ser el primer partido constitucionalista con una clara ventajas sobre el PP y el PSC. «Si lo logra podría competir con el PP, que intentará presentarse como el único garante de la unidad de España».

Desde el partido emergente se admite abiértamente que los pactos han pasado factura, pero creen que ahora empieza un nuevo partido en el que juegan en casa. Eso sí, sin un buen resultado en Cataluña el partido tendría complicado lograr un peso ascendente de cara a las elecciones generales.

Simón considera que el efecto «puede ser limitado», aunque inevitablemente habrá una lectura nacional. Los datos del CIS ya han reflejado que el PP no solo ha frenado la caída sino que empieza ya una remontada. Las encuestas apuntan a un muy mal resultado en Cataluña, aunque esperan que la candidatura de Albiol cambie la dinámica. El PP se juega mucho, porque Ciudadanos tiene su caladero de voto entre los moderados del PP. Aunque, según el CIS, los de Rajoy ya han recuperado ese terreno y compiten de igual a igual con los de Rivera entre los votantes que se ubican en el 5 y el 6 de la escala ideológica.

En el caso de Podemos, Simón estima que los comicios catalanes servirán para «testar» cómo funcionan las alianzas autonómicas. En cualquier caso, las divergencias que ya están surgiendo dentro de la candidatura «Catalunya Si que es Pot» pueden lastrar la marca en el resto de España.

Sobre si esto mismo podría pasarle al PSC, el politólogo cree que, en cualquier caso, tanto el PP como el PSOE «dan por descontado que no tienen mucho que rascar». Además, apunta a que el PSOE ya no tiene tantas urgencias en Cataluña de cara a las generales porque el PP también tiene serios problemas en sus feudos tradicionales.