Reunión ene l Palau de la Generalitat para un posible acuerdo de lista conjunta
Reunión ene l Palau de la Generalitat para un posible acuerdo de lista conjunta - inés baucells

Mas y Junqueras pactan adelantar la «ruptura» con España

CDC y ERC acuerdan acelerar el «proceso» y que Mas repita como presidente de un gobierno de concentración si gana el soberanismo

Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

Un acuerdo para concurrir en una única lista, y un pacto para romper con España. La negociación entre Convergència Democràtica (CDC) y Esquerra Republicana (ERC) para armar junto a las entidades de la sociedad civil una lista única soberanista no se limita a la cuestión nominativa, sino que se prefigura como un programa de ruptura con España. Fuentes conocedoras de lo acordado ayer en una segunda reunión en el Palau de la Generalitat -ratificado luego por las ejecutivas de los partidos y las entidades-, coinciden en señalar que, más allá de determinar el reparto de nombres y la proporción de los partidos en la candidatura, el acuerdo es en la práctica un compromiso de llevar el proceso hasta las última consecuencias

.

En este sentido, si Oriol Junqueras (ERC) ha claudicado en la pretensión de Artur Mas (CDC) de que la candidatura incluyese a políticos -y en el hecho clave de que Mas presidiría el futuro gobierno-, el republicano, de nuevo, ha conseguido como contrapartida arrastrar al presidente de la Generalitat un poco más cerca del precipicio.

Así, ERC ha logrado que el acuerdo, una suerte de embrión del programa con el que se presentará la «lista única», incluya el «detalle» de todo el proceso que se seguirá hasta conseguir la independencia. Fuentes conocedoras de las conversaciones especifican que hasta se ha determinado el «punto de ruptura» con España, que se sitúa en el momento en el que el Estado lance su «ofensiva jurídica o económica», algo que los firmantes del acuerdo presuponen que se producirá en un plazo breve, de meses. El resto del programa se pactará en pie de igualdad y con un fuerte acento social, aseguran.

Aunque tras el «principio de acuerdo» del pasado lunes el semblante de Junqueras era de circunstancias -ha visto como Mas volvía a salirse con la suya-, el conjunto del pacto implica un nuevo triunfo para ERC y lleva el compromiso de ruptura con España incluso más allá de lo que se conoció como «hoja de ruta».

Ese acuerdo (14 de enero de 2015), implicaba la convocatoria de elecciones el 27-S, la concurrencia de listas soberanistas por separado, la construcción de «estructuras de estado» y la proclamación de la independencia en un plazo de 18 meses. El pacto ratificado ayer, a falta de que hoy se hagan públicos los detalles, implicaría de alguna forma concretar la manera y adelantar esos plazos, situando el «punto de ruptura» o de «desconexión» en un estadio más temprano.

¿Quién llevaría a cabo esa «desconexión»? La confluencia soberanista en una lista electoral tendría continuidad en la formación de un gobierno de concentración que -de nuevo Mas se sale con la suya-, presidiría el actual presidente de la Generalitat. Al cabeza de lista de la lista unitaria se le reservaría un papel más institucional, como podría ser presidir el Parlament.

Al mismo ejecutivo presidido por Mas se incorporarían miembros de ERC, se supone que en una proporción similar -60/40- a la que aportarán a la parte de la lista soberanista que no ocupen los «independientes». A la misma lista se reservarían puestos para Demòcrates de Cataluña y Més, las escisiones independentistas de UDC y PSC respectivamente.

El papel de la CUP

Los responsables de las entidades, Jordi Sánchez (Asamblea Nacional) y Muriel Casals (Òmnium), resumieron el espíritu de un acuerdo que, celebraron, va más allá de los nombres y la confluencia de siglas. El pacto no es «sólo cómo hacemos una lista para el plebiscito, sino cómo actuamos también a partir del 27 de septiembre, en el que deberá haber seguramente un gobierno de concentración», explicó Casals a la salida del Palau de la Generalitat. «La música suena muy bien», subrayó por su parte Sánchez.

Como ya se avanzó en la reunión del lunes, del acuerdo se descuelga la extrema izquierda independentista que representa la CUP, que ayer confirmó que no participa del pacto entre Mas, Junqueras y las entidades al incluir políticos en la lista. Desde el mundo soberanista se resta trascencendencia a una imposible confluencia de la CUP, valorando por contra que al presentarse por separado actuarán de dique ante la irrupción de Podemos-ICV, coalición que, aunque favorable al derecho a decidir, no se declara independentista.

Ver los comentarios