Los políticos populares a los que «jubila» el 24-M

Los resultados del 24-M han supuesto un auténtico terremoto político entre los populares, pero sus efectos colaterales están comenzando a apreciarse ahora que han pasado ya unas semanas desde las elecciones. Uno de esos efectos es el paso a la «reserva» de políticos que llevan ejerciendo la actividad pública desde hace décadas, y que se han visto sorpresivamente apartados del poder por efecto de los pactos postelectorales. Son históricos dirigentes populares, como Rita Barberá, Teófila Martínez, Esperanza Aguirre, Juan Ignacio Zoilo o Francisco Javier León de la Riva, para quienes esta puede haber sido su última baza en primera línea de la política.

Rita Barberá llevaba 24 años ejerciendo como alcaldesa de Valencia cuando una combinación de factores la han apeado del sillón de regidora, por un pacto político entre distintas fuerzas.

De su futuro se sabe que será presidenta del grupo parlamentario popular de las Cortes Valencianas, y tal vez que optará a ser senadora. Pero de momento, su estrella parece haberse apagado.

Pedro Sanz no será tampoco el candidato para la presidencia del Gobierno de La Rioja. El presidente en funciones del Gobierno riojano deja su puesto al frente del partido en su Comunidad y ocupará un escaño regional en el Senado. Esta era una de las exigencias planteadas por Ciudadanos para apoyar la investidura de un candidato del PP en la región después de que perdiera la mayoría absoluta. Aunque seguirá presidiendo el PP de La Rioja, le sucederá como líder del Ejecutivo regional José Ignacio Ceniceros.

León de la Riva ha sido el alcalde de Valladolid también durante décadas, pero los resultados electorales -no suficientes para continuar en el cargo- y una inhabilitación judicial para ocupar cargo público le han sacado de la primera línea, muy a su pesar. Es una incógnita cuál será su futuro político.

Para Juan Ignacio Zoido, regidor sevillano durante un mandato, la amarga victoria del 24-M le sirvió en bandeja una mayoría insuficiente para superar a la unión de los votos del resto de formaciones, que finalmente le han descabalgado de la alcaldía hispalense. Otro histórico en la reserva, al menos de momento.

Teófila Martínez ha sufrido en propias carnes el «efecto Podemos»: en su caso, tras 20 años como alcaldesa gaditana por mayoría absoluta, la ha desalojado José María «Kichi» González Santos, el cabeza de lista de esta nueva formación que en la localidad andaluza se llama Por Cádiz si se Puede.

Un caso distinto es el de Esperanza Aguirre: ella solita dejó el poder en septiembre de 2012, cuando era presidenta de la Comunidad de Madrid, y se ofreció después, en 2015, para ser candidata a la alcaldía de Madrid y pelear contra las fuerzas emergentes. No lo ha conseguido, por un solo escaño: el que separaba sus votos y los de Ciudadanos de los que han unido Ahora Madrid y PSOE. Pero no ha dicho nunca que se vaya a marchar: en su caso, ha decidido quedarse como «lideresa» de la oposición y con pinta de darle muchos dolores de cabeza a la nueva alcaldesa madrileña, Manuela Carmena.