Ayudas forestales

La superficie de cortafuegos queda fuera del pago básico de la PAC

La complejidad de la ayuda para la prevención de incendios forestales enfada a los profesionales del sector

Asaja Andalucía denuncia que sólo beneficia a la Administración

Cortafuego entre los pinos Ana M. Díez

Inma Lopera

Tras seis largos años de espera , la convocatoria de las ayudas para la prevención de incendios forestales en la comunidad de Andalucía no ha contentado a los profesionales del sector, sino todo lo contrario.

La patronal agraria Asaja Andalucía lamenta que estas ayudas —cofinanciadas por la Unión Europea (UE) a través del Fondo Europeo Agrícola de Desarrollo Rural (Feader) y que se incluyen en el Programa de Desarrollo Rural de Andalucía 2014-2020— «no van a favorecer a los titulares particulares de explotaciones de dehesa ni de monte mixto, pues parece que únicamente están ideadas para mantener la estructura orgánica de la Consejería de Medio Ambiente », critica el director general, Vicente Pérez.

Las ayudas, dotadas con un presupuesto de 14,5 millones de euros cofinanciados al 75% por la UE, al 17,5% por la Junta de Andalucía y un 7,5% por el Gobierno central, «presentan tal complejidad y exigencias que desmotivan al sector privado», insiste Pérez, recordando que de las casi tres millones de hectáreas de terreno forestal que hay en Andalucía «al menos el 74% es de gestión privada».

Uno de los puntos más críticos con la Consejería de Medio Ambiente , que es quien aprueba las bases regulatorias de la presente orden, es que «la Administración entiende que la superficie que se dedique a cortafuegos se descuenta de la superficie declarable para la activación de los derechos de pago básico de las ayudas de la Política Agraria Común», algo que «no tiene razón de ser», pues según el director general de Asaja Andalucía, «los cortafuegos son un elemento estructural de la explotación y, por ejemplo, en el caso de una finca ganadera, esa extensión en invierno son pastos, por lo que es terreno productivo».

Otros inconvenientes

Aparte del perjuicio en las ayudas PAC, los titulares de terrenos forestales y propietarios y gestores de dehesas que quieran acceder a esta subvención tendrán que presentar una memoria técnica cuyo coste, además, no es subvencionable . Un gasto «del todo innecesario, sobre todo en una ayuda cuya cuantía va desde los 500 a los 60.000 euros por finca, pues los solicitantes ya tienen aprobado por la Administración sus Planes de Prevención de Incendios Forestales (PPIF), en los que se recogen las medidas preventivas, la vegetación y la infraestructura con la que cuenta cada finca», explica Vicente Pérez.

Además, la orden exige a los destinatarios «subcontratar los trabajos con una empresa externa» , impidiendo de esta forma a los profesionales que tengan su propia maquinaria y personal cualificado «el realizar estas mejoras en su explotación», actuando de esta forma «en contra del mantenimiento del empleo dentro de las propias empresas agrarias».

A este respecto, el director general de la patronal agraria hace hincapié en que «para rizar el rizo» , la tarifa máxima que establece la Consejería de Medio Ambiente para la subcontratación de estos trabajos forestales «es inferior a la tarifa que la Administración está pagando a sus propias empresas públicas (la Agencia de Medio Ambiente y Agua y Tragsatec) para estas mismas actividades».

En la provincia de Sevilla hay 270.000 hectáreas de terreno forestal, la gran mayoría de gestión privada

Asaja Andalucía se muestra convencida de que, con estas premisas, «la convocatoria va a tener muy poco éxito» , por lo que va a solicitar bien que se modifiquen las exigencias vía subsanación de errores, o bien que se revoque esta convocatoria y se haga una nueva.

Igualmente, la patronal agraria critica que la convocatoria se publicó el pasado 11 de julio, otorgando dos meses de plazo para enviar la solicitud, con lo que, sumado el periodo de alegaciones pertinente, « la resolución se haría efectiva a finales de septiembre u octubre , como pronto, pasado ya el periodo de mayor peligro para los incendios forestales en la comunidad, por lo que los cortafuegos serían viables de cara al verano de 2019».

La regional de Asaja lamenta «el abandono al que la Junta de Andalucía tiene sometido a los profesionales del sector forestal», contribuyendo a «una falta de inversión que está provocando que el monte se llene de matorrales ». En este sentido, el director general de la organización insiste en que «los incendios forestales hay que apagarlos en invierno, con incentivos públicos para la limpieza y el mantenimiento del monte y la dehesa lo que, además de reducir el riesgo del fuego al eliminar combustible forestal, fomenta el empleo en las zonas rurales».

La última convocatoria regional de la subvención para la prevención de incendios se abrió en el año 2012 y, desde entonces, dentro del paquete de las ayudas forestales, Medio Ambiente tampoco ha vuelto a convocar las líneas relativas a limpieza de montes o resalveos y podas.

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