Agricultura

Corteva Agriscience, donde renace fortalecido el girasol

La división de Agricultura de DowDuPont prueba en campo, en Sevilla, más de 5.000 variedades de girasol en dos años

Ensayos con el girasol en los invernaderos de Corteva ABC

Inma Lopera

La división de agricultura de DowDuPont, Corteva Agriscience, tiene su sede en Sevilla, concretamente en el municipio de La Rinconada. Allí se sitúa el mayor centro tecnológico de investigación del mundo dedicado al cultivo del girasol , con una superficie de invernaderos de 10.000 metros cuadrados equipados con la última tecnología de refrigeración, calefacción o riego por goteo.

Se suma a las capacidades de este complejo más de 40 hectáreas de terreno y cerca de 1.500 metros cuadrados de laboratorios, dedicados a la obtención y caracterización de nuevas variedades de girasol. De hecho, desde que se inauguró el centro de investigación en septiembre de 2016, «se han ensayado en campo en La Rinconada más de 5.000 variedades de girasol », apunta Alfredo Mateos, responsable del centro tecnológico, que añade que «al menos 50 agricultores de la provincia de Sevilla colaboran con nosotros en la realización de ensayos».

Los programas de investigación se centran en localizar genes de resistencia frente a las diferentes razas de los enemigos naturales del cultivo (como el parásito conocido como jopo o el hongo del mildiu, entre otras) provenientes de orígenes diversos, como son las distintas poblaciones de girasol silvestre o de otras variedades que han mostrado un buen comportamiento en este sentido, para desarrollar nuevas semillas con caracteres defensivos aumentados.

Un total de 19 profesionales altamente cualificados y más de 50 empleados asociados a proyectos ponen rostro a la innovación agrícola en Corteva Agriscience, que integra las tecnologías más avanzadas del sector como el desarrollo acelerado de líneas endocriadas, la conversión acelerada de líneas a varios caracteres (en ambos casos utilizando rescate de embriones) y la caracterización precisa empleando inoculación artificial de resistencia a jopo y varias enfermedades fúngicas.

Este centro tecnológico, además, ofrece la posibilidad de realizar dos generaciones del cultivo del girasol en campo, sembrando en febrero y cosechando en julio, y otra sembrando en julio y cosechando en noviembre.

Aunque dos años de funcionamiento no es tiempo suficiente para el desarrollo de un híbrido comercial completo, el centro de La Rinconada sí que ha participado «de modo importante» en fases de desarrollo de híbridos que ya son comerciales. El caso más destacado es el de P64LC108, híbrido Pioneer de última generación ampliamente sembrado en toda Andalucía. Una variedad de ciclo medio-corto en floración y maduración, con buena productividad y con especial protección contra el jopo.

La innovación «es la mejor herramienta para paliar la pérdida paulatina de superficie de cultivos tradicionales de la campiña sevillana como el girasol», ya que «cuando un cultivo padece una bajada de rentabilidad es sustituido por otro. Por ello, el reto para las empresas del sector es disponer de alternativas fiables que poder ofrecer a los agricultores cuya rentabilidad se ve amenazada por una coyuntura adversa», sostienen desde Corteva.

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