La fiebre del alquiler se contagia a los pisos compartidos

La renta media que se logra al alquilar cuatro habitaciones por sperado es 357 euros mayor a la que suma arrendar el píso entero

VALERIO MERINO

CHARO BARROSO

Fue la primera serie en mostrarmos la convivencia en un piso compartido. Y hoy, veinticinco años después, podría decirse que «Friends» es más actual que nunca, si tenemos en cuenta el notable aumento del alquiler de habitaciones que registra el panorama inmobiliario en España. Por un lado, la situación económica ha forzado a muchos inquilinos a rebajar el presupuesto destinado a vivienda y, por otro, ha aumentado la oferta de habitaciones como modo de conseguir ingresos extras. Algo por lo que apuestan cada día más arrendatarios.

Y no es para menos. Un estudio realizado por el portal inmobiliario Pisos.com señala que la renta media de una vivienda de 117 metros cuadrados –que puede estar formada por tres o cuatro dormitorios– supone un ingreso medio para el propietario de 811 euros. Y precisa que «teniendo en cuenta que la mensualidad media de una habitación de alquiler es de 292 euros, si la casa tiene tres habitaciones, implicaría un beneficio de 876 euros, un 8% más. Y si tuviera cuatro ascendería a 1.168, es decir un 44% más». No obstante, la situación varía según la localización de la vivienda, y en capitales como Madrid y Barcelona –dos de las ciudades con mayor demanda de piso compartido– se constata una preferencia a favor del alquiler íntegro del inmueble.

Subidas de las rentas

Ferran Font, director de Estudios de Pisos.com resalta que «resulta llamativo que en las dos capitales por excelencia para compartir piso, como son Madrid y Barcelona, el alquiler por habitaciones resulte menos lucrativo que el residencial». La razón, según señala, estaría en el hecho de que este tipo de vivienda implica una mayor rotación de inquilinos, «por lo que muchos propietarios prefieren dedicarla al alquiler íntegro y ofrecerla perfiles residenciales de larga estancia».

El precio medio de una habitación en un piso es de 292 euros. En Barcelona alcanza los 430 euros y los 385 en Madrid

Para Font «el alquiler compartido viene determinado por un factor de concentración geográfica importante, dado que se trata de una fórmula estrechamente ligada a los estudiantes universitarios y a la fuerza laboral. En ambos casos, las grandes capitales son las que aglutinan la mayor oferta de instituciones de posgrado, así como de oficinas y de otros centros de trabajo». Este experto puntualiza que «se está notando cierta movilidad de los inquilinos residenciales desde las urbes de primera línea hacia municipios cercanos a las mismas, lo que implica que las subidas en las rentas se vayan extendiendo del centro a la periferia». Desde Pisos.com precisa que Barcelona (430€) y Madrid (385€) son las ciudades con las habitaciones compartidas más caras y Zamora (152€) y Cáceres (152€) tienen las más económicas. En cuanto al perfil de inquilino, más de la mitad (55,63%) es mujer y tiene entre 18 y 25 años. El grupo de entre 36 y 45 años representa el 10,7% de la demanda.

En el estudio «La demanda de vivienda en España. Diez años después del estallido de la crisis» elaborado por Casaktua se señala que «aunque el acceso a la vivienda a través del arrendamiento sea una de la opción demandada, el 58% de los que optan por el alquiler en realidad preferiría comprar, pero no lo hacen porque sus circunstancias económicas no se lo permiten. Además, refleja que uno de cada cinco inquilinos ha sufrido recientemente un incremento de la mensualidad por parte de su casero: un 24% paga 50 euros más que hace unos meses y casi el 10% se enfrenta a una subida de 100 euros.

En el contrato ha de fijar los derechos y deberes de todos los inquilinos de la casa, así como qué servicios compartidos incluye el alquiler

Esta subida de precios del alquiler unida a que el acceso a la compra se ha reducido, pueden ser los causantes del repunte del alquiler de habitaciones, tal como señala Toni Expósito de Comprarcasa, que puntualiza que «muchos de los inquilinos que viven en zonas céntricas se enfrentan a subidas de precio que les hará desplazarse a otras zonas más periféricas». De ellos muchos optarán por el alquiler de habitaciones, sobre todo si se trata de profesionales sin cargas familiares o de estudiantes.

En todo caso, ambos expertos recomiendan que conviene dejar claro en el contrato todas las condiciones del arrendamiento para que ambas partes gocen de seguridad jurídica. Hay que tener en cuenta que este tipo de alquiler no está regulado por la LAU, la ley de arrendamientos urbanos, sino por el Código Civil. Las diferencias más sustanciales residen en que la duración del alquiler de la habitación será el que se pacte en el contrato, pues no hay lugar a prórroga por parte del inquilino y que éste no puede desgravarse. Conviene fijar qué derechos y deberes tiene cada inquilino, qué habitación le corresponde, el precio y la forma de pago, así como qué servicios incluye el alquiler (internet, teléfono...), uso de zonas comunes, y si se puede subarrendar la habitación. Cuanto más completo mejor y, a partir de ahí, lo de elegir vivir con alocados compañeros como Chandler y Joey, o con una fanática de la limpieza como Mónica es ya cosa de cada uno... o del azar.

Casi un tercio del presupuesto mensual

El alquiler es una de las opciones más económicas y utilizadas por los estudiantes a la hora de salir de casa, tanto si se compara con la adquisición de un piso para utilizar durante los años de carrera, como si se compara con vivir en una residencia universitaria o colegio mayor. Una realidad que evidencian los datos aportados por Comprarcasa, que señala que entre mediados de agosto y septiembre el alquiler en las grandes ciudades universitarias españolas representa un 18% del total de las operaciones que realiza la compañía. Toni Expósito, CEO de Comprarcasa señala que «los universitarios que se van fuera de casa destinan el 32 % de su presupuesto mensual al alquiler de su vivienda. Un porcentaje que va en aumento debido al creciente encarecimiento de los precios de alquiler, tanto si hablamos de un piso o tan solo de una habitación».

Los últimos datos aportados por el «Informe del mercado del alquiler» elaborado por Uniplaces revelan que el coste de alquilar una habitación ha crecido un 7,8%, y que la media se sitúa en 400 euros. En ciudades como Barcelona donde ha experimentado una subida del 17,6% la media está en 461 euros superándose en zonas como el Barrio Gótico (497 euros) o el Raval (477 euros). En Madrid, con una subida del 11,5% el precio medio que paga un estudiante son 456 euros, que se supera en la zona de los Austrias (506 euros), La Latina, Sol, Malasaña. Trafalgar, Letras y Arguelles. Por debajo, Lavapiés y Tetuán. Valencia es la ciudad que más ha subido los precios, un 24,5%, aunque la media se sitúa en 320 euros. Expósito recomienda que para evitar problemas lo mejor es «recurrir a un profesional inmobiliario ya que aporta numerosas ventajas: más oferta y mejores inmuebles que los anunciados por particulares en internet, mejor precio, pisos en mejores condiciones y ahorro de tiempo en la búsqueda».

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