El convenio de Volkswagen garantiza que una parte de los beneficios debe revertir hacia los trabajadores
El convenio de Volkswagen garantiza que una parte de los beneficios debe revertir hacia los trabajadores - REUTERS

Volkswagen mantiene finalmente el bono a los trabajadores por su «efectividad» y «lealtad»

La automovilística ha justificado la decisión por las horas extraordinarias y turnos adicionales que ha impuesto el escándalo de las emisiones

BERLÍN Actualizado: Guardar
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El escándalo del trucaje de los motores diésel le costará a Volkswagen unos 78.000 millones de euros, según las primeras estimaciones, pero aun así la compañía se siente con músculo suficiente como para premiar a sus 120.000 empleados fijos con un bono anual en concepto de “reconocimiento” por su “efectividad” y “lealtad”. La cuantía exacta del bono no se ha hecho pública, pero el CEO del grupo, Matthias Müller, y el presidente del comité de empresa, Bernd Osterloch, ha acordado esta “muestra de agradecimiento” y la han anunciado en la página web de la empresa.

El convenio colectivo de Volkswagen garantiza que una parte de los beneficios debe revertir hacia los trabajadores, pero este año, concretamente, la empresa debe provisionar unos mil millones para las consecuencias del fraude y ya en septiembre se informó a los trabajadores que no quedaba margen para el bono.

Osterloch y Müller han justificado la decisión por las horas extraordinarias y turnos adicionales que ha impuesto el escándalo, así como por la responsabilidad mostrada por los empleados hacia la empresa en tiempos de crisis. Otro de los argumentos es la “motivación” y quizá sea este el que mejor deja entrever el objetivo de apaciguar y mantener en confluencia a los sindicatos durante la crisis. El bono se añadirá a la nómina de mayo.

Esta noticia aparece después de que la directiva actual haya culminado su estrategia de responsabilizar solamente a personas que ya no pertenecen a la empresa. Ayer Volkswagen confirmó en un comunicado informaciones periodísticas aparecidas previamente y que demostraban que el ex presidente de la compañía, Martin Winterkorn, recibió correos electrónicos sobre el problema de los motores diésel trucados incluso años antes de que estallara el escándalo. En ese mismo comunicado asegura también que se defenderá contra toda acción judicial de sus accionistas por el escándalo que reveló que el grupo había equipado coches con programas informáticos para falsear el resultado de los tests anticontaminación y que ocultó esta información a los accionistas incluso después de haberla admitido ante las autoridades de EE.UU..

Winterkorn, que dimitió por el escándalo, recibió un cumplido informe en mayo de 2014 y estaba presente en la reunión en la que fue abordado el problema antes de ser revelado, pero la dirección de Volkswagen "no le prestó ninguna atención particular inicialmente", según el comunicado. Al tratarse de información relevante para el futuro del precio de las acciones, la directiva estaba obligada a comunicarla, pero no reaccionó hasta que el asunto no estuvo en las portadas de los periódicos.

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