El presidente del grupo Volkswagen, Matthias Mülle
El presidente del grupo Volkswagen, Matthias Mülle - EFE

«Dieselgate»: «La conspiración ilegal se originó por codicia y ambición»

Según medios alemanes, la querella por el caso Volkswagen reúne cientos de demandas por separado que acusan directamente a altos ejecutivos de empresas automotrices de Alemania

BERLÍN Actualizado: Guardar
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«La conspiración ilegal se originó por codicia y ambición» indica la nueva demanda colectiva contra Volkswagen, Audi y Bosch presentada ante la corte del distrito de San Francisco, en Estados Unidos. Según medios alemanes, la querella por el «dieselgate» reúne cientos de demandas por separado que acusan directamente a altos ejecutivos de empresas automotrices de Alemania, entre ellos: el actual CEO de Volkswagen (VW) Matthias Müller y su antecesor Martin Winterkorn, así como el ex-jefe del grupo en EE.UU. Michael Horn. La demanda acusa también al CEO de Audi Rupert Stadler y al jefe de Bosch, Volkmar Denner. Según la demanda, Bosch habría suministrado los componentes necesarios para la manipulación en las emisiones de gases nocivos. Las acusaciones son por fraude, incumplimiento de contrato, publicidad engañosa y competencia desleal.

Según el texto de los demandantes, la codicia y ambición de Volkswagen buscaba «dominar el mercado mundial de automóviles a cualquier precio», agregando que se trata del «crimen corporativo más descarado de la historia». Los demandantes reunidos son en su mayoría propietarios privados de los coches implicados en el «dieselgate» y dueños de los concesionarios. Según el periódico económico alemán «Handelsblatt», en las 700 páginas del texto de la demanda no existe evidencia sólida contra los directivos y cita parte del texto: «Müller ha obtenido beneficios millonarios gracias a operaciones ilegales». Las afirmaciones contra Winterkorn y Denner serían parecidas según el Handelsblatt. En el caso del primero agrega que el ejecutivo estaba al tanto de los detalles del área de ingeniería.

Investigadores de la West Virginia University descubrieron en 2015 que los vehículos de VW emitían en carretera cuarenta veces más gases que en las pruebas de homologación, lo que llevó a las autoridades estadounidenses –la Agencia de Protección Ambiental de EEUU (EPA) y la Junta de Recursos del Aire de California (CARB)– a acusar el 18 de septiembre al fabricante alemán de haber manipulado las emisiones de gases: a nivel mundial, unos 11 millones de vehículos de VW con un motor diesel turbo inyección llevaban un software –dispositivo llamado «defeat device»– que detecta si el automóvil pasa por una prueba cambiando el régimen del motor para que emita menos gases nocivos. El «dieselgate» llevó a perder a VW en dos o tres semanas un 40% de su capitalización bursátil, unos 30.000 millones de euros. El presidente de la compañía (Winterkorn) dimitió y fue sustituido por Müller, por aquel entonces presidente de Porsche.

El consorcio de abogados representante de los demandantes estadounidenses que ha presentado la acusación colectiva contra los directivos alemanes, espera muy pronto obtener informaciones que fundamenten sus argumentos. A través de un proceso llamado «Discovery», los abogados en EE.UU. pueden tener acceso directo a documentos internos y correos electrónicos. «Tan pronto se inicie el proceso Discovery, la evidencia mostrará que estas personas han desempeñado un rol en el fraude y que no hicieron nada para detenerlo», ha dicho James Pizzirusso del despacho de abogados Hausfeld, parte del consorcio demandante.

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