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Volatilidad: 7 mensajes clave para los inversores

Diversificar, evitar salir y entrar en las inversiones y optar por el largo plazo son algunas medidas para afrontar los altibajos del mercado

Los mercados experimentan periodos de volatilidad como los actuales. Por ello, los expertos de Fidelity desgranan en este artículo mensajes que ayudarán al inversor a gestionar mejor su cartera en estos momentos.

Asumir la volatilidad: Cada cierto tiempo se producen fases de volatilidad en las bolsas ante los cambios económicos, políticos y empresariales. Los mercados tienden a reaccionar en exceso ante estos acontecimientos que nublan las perspectivas a corto plazo, por lo que es importante tomar distancia en dichos momentos y afrontarlos con amplitud de miras.

Cuando estamos preparados desde el comienzo para sufrir episodios de volatilidad en la evolución de nuestras inversiones, menos probabilidades tenemos de vernos sorprendidos cuando ocurren y más de reaccionar racionalmente. Con amplitud de miras y una perspectiva de inversión a largo plazo que acepte la volatilidad a corto plazo, podemos adoptar una visión más cerebral. Esto nos ayuda a aprovechar los precios bajos, en vez de sufrir pérdidas si vendemos movidos por las emociones.

La recompensa del riesgo: Los inversores bursátiles generalmente obtienen recompensas por el riesgo adicional que asumen (comparada, por ejemplo, con los inversores en deuda pública) en forma de mayores rentabilidades medias a largo plazo. Las cotizaciones de los activos se desvían regularmente de su valor intrínseco cuando los mercados reaccionan excesiva o insuficientemente, por lo que podemos esperar que la volatilidad de los precios genere oportunidades.

A largo plazo, los precios de las acciones se mueven al son que marcan los beneficios empresariales y generalmente la bolsa ha superado a otro tipo de inversiones en términos reales, es decir, después de la inflación (gráfico 1).

Evitar salir y entrar: Los que mantienen sus inversiones suelen beneficiarse de la tendencia alcista a largo plazo de las bolsas. Cuando intentamos acertar con los tiempos del mercado y entramos y salimos de nuestras inversiones, podemos correr el riesgo de erosionar nuestras rentabilidades futuras, ya que podemos perder los días de mayor recuperación del mercado y las oportunidades de compra más atractivas que generalmente aparecen en periodos de pesimismo. Perderse cinco de las mejores jornadas bursátiles puede tener un impacto importante en las rentabilidades a largo plazo. Pasar tiempo en el mercado es mejor que intentar acertar con los tiempos del mercado (gráfico 2).

Inversiones regulares: Con independencia del horizonte temporal de inversión, conviene invertir regularmente, por ejemplo en un fondo de inversión cada mes o cada trimestre. Aunque no asegura un beneficio ni protege frente a caídas en los mercados, ayuda a reducir el coste medio de las suscripciones en los fondos. Aunque el ahorro periódico durante un mercado a la baja puede parecer ilógico si buscamos limitar pérdidas, es entonces cuando pueden conseguirse mejores rentabilidades, ya que los precios de los activos son más bajos y se beneficiarán de un posible rebote del mercado (deberíamos siempre revisar nuestras carteras cada cierto tiempo y ajustarla de ser necesario).

Diversificación: En los periodos volátiles, el liderazgo del mercado puede pasar rápidamente de un sector a otro. Podemos repartir el riesgo asociado con mercados o sectores concretos invirtiendo en diferentes áreas para reducir la probabilidad de concentrar las pérdidas. Por ejemplo, combinar en una cartera activos «de riesgo» (acciones, inmuebles y bonos corporativos) con activos defensivos (deuda pública, bonos corporativos de alta calidad crediticia y activos monetarios) puede ayudarnos a lograr rentabilidades homogéneas en el tiempo.

Alejarse del tono del mercado: La popularidad de las temáticas de inversión va y viene; por ejemplo, la tecnología ha dado un giro completo después del boom de finales de la década de 1990 y su hundimiento al comenzar la década de 2000. Otro ejemplo es el sentimiento general en torno a los mercados emergentes, que suele mejorar o empeorar al ritmo del ciclo de las materias primas, o cuando el crecimiento económico se frena en economías clave como la china. A medida que los riesgos específicos de los diferentes países y sectores se hacen más aparentes hemos de adoptar un enfoque más selectivo.

Sin embargo, sigue habiendo gran cantidad de oportunidades individuales para los inversores, puesto que las empresas emergentes innovadoras pueden aprovechar los catalizadores a largo plazo, como el aumento de la población y el crecimiento de la demanda de atención sanitaria, tecnología y bienes y servicios de consumo dentro de las clases medias. El punto clave es no permitir que la euforia o el pesimismo infundado del mercado nublen nuestro juicio.

Buscar el dividendo: Los dividendos sostenibles que pagan las empresas de alta calidad que generan caja pueden ser muy atractivos, ya que el elemento de renta suele ser estable durante periodos volátiles en los mercados.

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