«Las ventas de Ribera de Duero caen un 20% por las restricciones de los bares»
La recogida de la vendimia de esta denominación de origen ha sido la tercera más grande de su historia
Llegando a final de octubre, la temporada de vendimia de este año echa el telón. Una temporada más atípica de lo normal por la pandemia del coronavirus, que ha pbligado a tomar mayores precauciones. Para la denominación de origen Ribera del Duero, la recogida de uva ha sido la tercera más grande de su historia, con 123 millones de kilos. «Tan solo ha sido superada por los años de 2016 y 2018», explica a ABC Enrique Pascual, presidente del Consejo Regulador de la DO Ribera del Duero. «Ha entrado la uva con mucha calidad. Llovió en septiembre pero el aire entró con fuerza y nos ha ayudado a que esté sana. Era una campaña muy compleja», prosigue.
Por concretar entonces, ¿cómo ha aefectado la pandemia a la cosecha?
De la recogida hemos salido de ella con un nivel bastante alto, sin apenas problemas. Cierto es que con la Junta de Castilla y León se hizo una campaña para los temporeros que quisieran hacerse PCR. Solo se registraron 4 positivos y se habilitó una especie de refugio llamado «Arca de Noé» para que estuvieran protegidos y con todos los servicios médicos. Se ha salido de esta campaña tan complicada con mucha dignidad.
¿Ha variado mucho el número de temporeros?
El número ha variado bastante con respecto a otros años que ha podido ser inferior esta vez. Aun así nos hemos coordinado con la Junta y las empresas para tratar de prevenir situaciones bastantes complejas.
¿Cuáles son las previsiones de venta?
Las previsiones son complicadas por las restricciones a la hostelería. No sé si los bares tendrían que estar tan en el punto de mira. Están tomando medidas propias para evitar contagios. Todo lo que les perjudique a ellos nos perjudica a nosotros. Nos pilla de pleno. Estamos más o menos en una reducción del 20% de las ventas por las restricciones de los bares. Las empresas que venden en el canal de alimentación están aguantando bastante bien, pero son menos operadores. La mayoría lo estamos pasando muy mal. Las exportaciones también resisten.
¿Sería posible dar salida por otros canales a lo que estaba destinado al canal horeca?
No sabemos qué vamos a poder hacer porque no es tan fácil cambiar el hábito de consumo. Intentamos buscar otras vías como las plataformas online y abrir otros mercados. La comercialización está siendo muy complicada.
¿El confinamiento aumentó las ventas en el canal de alimentación?
Creció, pero no lo suficiente para absorber lo que se había restado en el canal Horeca.
¿Y cree que las nuevas restricciones haga que crezca más?
No lo sé. Yo creo que el crecimiento que tuvo pudo ser su techo. Estamos en un momento de incertidumbre y es complicado aventurar cosas.
En cuanto a las exportaciones, ¿cómo afectan los aranceles de Trump?
Aunque no es nuestro mayor fuerte, las exportaciones van respondiendo, pero tenemos varios problemas. Uno de ellos son los aranceles de EE.UU., que era uno de los cinco países más importantes de Ribera de Duero. Nuestras exportaciones suman unos 90 millones de euros en total.
¿Para paliar los problemas de venta es la destilación de crisis una posible solución?
No tenemos muchas opciones, nadie se acogió por cuestiones económicas. Nosotros estamos muy distanciados de los precios que se manejan en la destilación de crisis. Es tan barato que nos sale a pérdidas.
¿Qué solución tienen entonces?
De momento tenemos que soportar el excedente que no llegue a venderse en el mercado. Ahí están haciendo un esfuerzo muy importante las bodegas.
¿A cuánto están las bodegas de llegar al límite de su capacidad?
En cuanto en un mes tendremos un dato más exhaustivos sobre esa cuestión.
