El Tesoro emite 4.230 millones en deuda a largo plazo y baja el interés

El Tesoro Público español ha logrado vender este jueves 4.230 millones de euros en deuda a largo plazo de varias denominaciones que, en todos los casos, han salido a un menor interés.

Del volumen total adjudicado, la mayor parte, 1.821,4 millones, ha correspondido a la deuda a cinco años, que ha salido a un interés marginal del 0,233%, inferior al 0,379% previo, en tanto que otros 1.093,4 millones se han vendido en obligaciones a diez años, a las que se las ha aplicado un rendimiento del 1,406%, también menor que el 1,563% anterior.

De la misma manera, España ha vendido 685 millones en obligaciones a treinta años, pero con vida residual de quince, a un interés que también se ha reducido hasta el 1,942%, desde el 2,305% previo.

Por último, otros 630 millones de euros han sido adjudicados en otras obligaciones a treinta años, pero con vida residual de diecinueve años, que han recibido un rendimiento del 2,323%, frente al 2,678% aplicado en la subasta anterior.

De esta manera, el Tesoro ha logrado saldar con éxito una nueva subasta de deuda en la que ha conseguido vender 4.230 millones de euros, un volumen que se sitúa en la parte media del objetivo previsto, ya que España esperaba colocar entre 4.000 y 5.000 millones de euros.

Los inversores han solicitado 6.515 millones de euros de la deuda vendida, con lo que la ratio de cobertura de la subasta, que es la diferencia entre lo demandado y lo que finalmente se ha colocado, ha sido de 1,5 veces.

La puja de este jueves era la segunda subasta que celebraba el Tesoro esta semana, ya que el martes, también colocó otros 4.965 millones de euros en letras a seis y doce meses que, una vez más, salieron a un rendimiento marginal negativo, aunque en esa ocasión, en mínimos históricos. Esto supone que España cobra a los tenedores de esta deuda intereses récord.

El clima de tranquilidad que rodea a la deuda se debe a varios factores, como la victoria de Emmanuel Macron en las elecciones legislativas francesas, o la insuficiente victoria de Theresa May en el Reino Unido, "que debilita al país para adoptar una ruptura dura frente a Europa".