Temor a una fuga productiva

Fomento del Trabajo teme que tras la sede social las firmas trasladen sus plantas

El ministro de Fomento, Íñigo de la Serna EFE

À. GUBERN

El pasado miércoles el presidente de Fomento del Trabajo le pedía al presidente Mariano Rajoy un plan para revertir en Cataluña la fuga de empresas. Lo que la histórica patronal reclama son, en definitiva, ayudas para paliar lo que definen como una «estampida», una huida a otras partes del territorio español -principalmente Madrid- que, al menos por ahora, no está teniendo un impacto directo sobre la economía productiva. Así lo explicó ayer el director del departamento de Economía de la patrona, Salvador Guillermo, que apuntó que si la situación política se estabiliza «aún podremos salvar los muebles».

Aunque la marcha de empresas se ha atenuado, desde la patronal se reclama no «menospreciar» ni el número (2.724) ni la importancia de los cambios de domicilios social y fiscal (en este último alrededor del mil), del mismo modo que el secesionismo en su momento restó importancia a las advertencias que desde todos los niveles llegaban sobre el impacto del proceso en la economía.

Al respecto, y en alusión a los acontecimientos futuros, Fomento advierte de que si la inestabilidad no cesa, hay un riesgo cierto de que las empresas comiencen a tomar decisiones con respecto a sus centros directivos y unidades productivas que permanecen en Cataluña, bien en forma de traslados, bien en una paulatina reducción de la inversión en dichos centros en favor de otras plantas en otros territorios en caso de que dispongan de ellos: «En los casos en los que el coste de la movilidad es menor puede producirse un traslado gradual». Si el divorcio entre la patronal y el PDECat (antes CDC, el partido de la empresa) es radical, las declaraciones últimas de Carles Puigdemont sugiriendo un referéndum de salida de la UE ha disparado todas las alarmas. La patronal, por otra parte, y en un impacto más difícil de cuantificar, alude a lo que considera un «daño reputacional» para Cataluña.

El pico más importante en el traslado de corporaciones se produjo el 19 de octubre (268 salidas en un solo día), en un éxodo que desde el primero de ese mes (coincidiendo con el referéndum) ha implicado 2.798 traslados. En sentido inverso, los traslados de otras regiones a Cataluña se limitaron a 103. El proceso de estos dos últimos meses es continuidad, aunque con mucha más intensidad, del proceso de movilidad que, por ejemplo, se produjo entre 2013 y 2015: 2.019 salidas y 1.226 entradas en Cataluña.

En concreto, Fomento ha hecho un análisis del perfil de las firmas que se han marchado en los dos últimos meses, apuntando que sobre el 50% de las mismas son grandes y medianas empresas, es decir, las más productivas, las más exportadoras y las que generan más empleo. «Las que se marchan son las más dinámicas», lamentó Guillermo Salvador. El impacto se ha producido en mayor medida en los sectores más sensibles como el financiero y asegurados, así como entre las empresas cotizadas.

Desde Fomento se reclama «sentido común» a los políticos y garantizar la estabilidad y la seguridad jurídica.

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