Las «telecos» encadenan cuatro años subiendo tarifas
Movistar, Vodafone y Orange empiezan a aplicar nuevas subidas de 1 a 5 euros al mes
Nueva subida de tarifas por parte de los principales operadores de telefonía, internet y televisión del país. Movistar aplica desde ayer precios más altos a sus clientes, Orange lo hará desde el próximo día 25 de febrero y Vodafone a partir del 1 de abril . La medida, con la que estas compañías tratan ahora de mejorar sus márgenes tras años de reducción de precios y aumento de las inversiones, se ha convertido en recurrente. En concreto, las «telecos» suman ya cuatro años consecutivos encareciendo la factura mensual .
Telefónica ha subido en 5 euros al mes, con efectos en la factura desde ayer día 5, todos sus paquetes convergentes «Fusión» a cambio de duplicar velocidad de conexión de fibra óptica y 2 «gigas» (GB) más de bonos de datos. Además, la compañía ha encarecido entre dos y tres euros los contratos solo de móvil y de banda ancha fija. Movistar ya aplicó la misma subida en febrero de 2017 y 2016, y de 3 euros en febrero de 2015.
Acto seguido los otros dos grandes operadores le siguieron. Esta vez, Orange elevará sus tarifas «Love», también integrales (teléfono, internet y televisión) entre 2 y 5 euros por más datos móviles (entre 1y 6 «gigas») a partir del 25 de febrero. Vodafone , por su parte, hará su retarificación el 1 de abril: subirá entre 1 y 2 euros las tarifas de móvil y solo fibra, y entre 4 y 5 los paquetes convergentes, a cambio del uso de redes sociales sin consumir datos, una línea móvil adicional y líneas extra.
Con esta nueva subida generalizada de tarifas, el sector de las telecomunicaciones encadena ya cuatro año de alzas. Así lo refleja el Índice de Precios al Consumo (IPC) de las comunicaciones, que tras ocho años de descensos repuntó en 2015 un 0,5%, un 3,3% en 2016 y un 0,2% en 2017. Ese año, con las nuevas tarifas ya anunciadas, previsiblemente cerrará también al alza.
Esta tendencia alcista puso fin en 2015 a ocho años de precios a la baja . La liberalización del negocio, una regulación enfocada a fomentar la competencia y la encarnizada guerra de precios desatada por las compañías «low cost» convirtieron las telecomunicaciones en una industria claramente deflacionaria. Por ejemplo, el precio medio por minuto de una llamada móvil cayó desde 2007 más de un 60%.
Sin embargo, llegó un punto en que esa espiral de precios a la baja ya no era sostenible para las «telecos». En primer lugar, por la caída de los ingresos. Esa feroz competencia estaba mermando notablemente la facturación del sector, que cayó en 2014 a 30.066 millones, desde los casi 43.000 reportados al principio de la crisis. En 2016, segundo año de subidas de tarifas, los ingresos se elevaron ya a 33.018 millones.
Pero sobre todo, y aunque las «telecos» justifiquen esas subidas a cambio de más servicios, lo que esconden es la necesidad de rentabilizar las fuertes inversiones en el despliegue de las redes 4G y fibra y, sobre todo, en la compra de los derechos de contenidos para la televisión de pago: básicamente el fútbol , cuyos elevadísimos derechos de emisión hacen que ahora las «telecos» vendan sus paquetes sin casi margen o incluso a pérdida .
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