«Nos sentimos indefensos ante las agresiones del taxi»

Los taxistas, en cambio, aseguran que pelean «contra las injusticias» ya hartos de promesas «que no se cumplen»

Un grupo de taxis en Barcelona durante las jornadas de huelga AFP / Vídeo: Los taxistas de Barcelona aprueban en asamblea continuar con la huelga indefinida

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«Peleamos contra las injusticias»

Ignacio Gómez lleva más de 20 años de taxista. Toda una vida dedicada a un sector que hoy vive sus días más tensos. Huelga indefinida en multitud de ciudades para «pelear por nuestro trabajo y contra las injusticias que se cometen», asegura. Madrid, Barcelona, Valencia... las grandes ciudades españolas se ven colapsadas en sus principales vías por los paros del sector del taxi. Entre sus principales reivindicaciones, que las VTC cumplan la ley, algo que a su juicio no está ocurriendo en la actualidad: «La sensación es negativa porque vemos que la ley no se cumple» .

Gómez explica que el gremio no ha tenido otra opción que ir a la huelga. «Los taxistas vamos al paro hartos de promesas que no se cumplen. Parece ser que va para largo» , señala este taxista, que no se fía, al igual que los representantes de su sector, de que Fomento les llegue a garantizar la protección que reclaman frente al alquiler de vehículos con conductor. En concreto, este taxista recela de quienes prometen a su gremio ciertas soluciones. «Hay un poco de desconfianza de que sean palabras para callar a la gente y luego no se cumpla», explica.

Asimismo, clama contra el poder que tiene el sector de las VTC, representadas ante el Gobierno por la patronal Unauto. «Luchamos contra empresas muy grandes, empresas con dinero de grandes fondos de inversión, y son muy poderosas. Peleamos contra gente que compra voluntades », asegura.

Este taxista, pese a todo, comprende la situación que se ha generado en varias ciudades españolas y el enfado de los ciudadanos por no disponer del servicio durante la huelga salvo los servicios mínimos. «Los ciudadanos pueden estar molestos porque no prestamos el servicio en un momento dado pero esto es legal, nos portamos bien... En términos generales, quien es usuario del día a día aprecia nuestro trabajo», señala.

«Cada vez lo ponen más complicado para subsistir», destaca Gómez, quien prosigue con que Uber y Cabify «afectan al taxi en el sentido económico. Te quitan mucho servicio de empresa. Somos muchos más para el mismo trabajo». Y concluye con un «dardo» hacia estas aplicaciones: «Nuestras familias viven de esto y pagamos impuestos en España».

Unos carteles contra Uber durante la huelga AFP

«Estamos indefensos ante las agresiones del taxi»

En las últimas horas se han producido ciertas agresiones de conductores de taxi a distintos conductores de Uber o Cabify. Rafael protagonizó una de ellas. «Estaba con unos clientes y me golpearon tres personas, una de ellas con la cabeza encapuchada. Si no llega a ser porque uno de los pasajeros me defiende, no sé qué hubiera sido de mí», explica este conductor de Cabify.

Navarro sostiene que en determinadas ciudades, como Barcelona, los taxistas han implantado en los últimos días «la ley de la calle» . «Estamos atados de pies y manos. Nos agreden e insultan constantemente. En Barcelona nos han destrozado 23 coches. Nadie nos está protegiendo, nos sentimos bastante indefensos», señala este conductor de 56 años, que solo lleva operando con la plataforma «un par de meses».

La situación ha llegado a tal punto que, según sus palabras, los conductores de VTC han empezado a operar por parejas para protegerse de posibles agresiones. «No podemos operar como antes, pero queremos trabajar. No estamos cometiendo ninguna ilegalidad» , explica.

¿Cuál es la solución a este conflicto? Navarro no solo pide calma al sector del taxi, sino unas mejores condiciones a las empresas que operan con licencias de vehículos con conductor. «Si se equipararan las condiciones laborales al resto de Europa no habría ningún problema, porque todos los taxistas querrían operar con plataformas», apunta.

Una imagen con la aplicación de Cabify J. M. SERRANO

«Están perdiendo los papeles»

Una visión diferente ofrecen Francisco y José Luis, ambos conductores con una licencia VTC que trabajan para conocidas plataformas como Cabify o Uber. El primero ha reconocido estar «bastante nervioso y angustiado». En concreto, ha reconocido, que fue víctima de una agresión cuando transportaba a unos clientes por parte de tres personas, por las que tuvo que poner una denuncia e ir al médico. «Estamos indefensos. La Polícia no me atendió. Los taxistas están más violentos y esto es la ley de la calle, porquel a violencia genera más violencia». En este sentido, ha asegurado que se siente «atado de pies y manos» y que su forma de trabajar ha cambiado. Ahora lo hacen por parejas. «Estamos en la calle porque tenemos derechos y queremos trabajar» , apunta.

En una línea similar se ha expresado José Luis, quien lleva 15 meses trabajando como conductor en Vector Rondateleport, S.L para Cabify. En este tiempo, asegura que ha vivido hasta 4 huelgas y en todas «nos han acabado estropeando algunos coches antes, durante y después»: cristales rotos, golpes en la carrocería, ruedas pinchadas con navajas, ataques con spray de ácido, lanzamiento de paquetes de harina o huevos etc...La lista es tan amplia, que a esta fuente le lleva a coincidir con su compañero en que «ha subido el tono de la agresividad» y que se «están perdiendo los papeles».

Preguntado sobre la huelga ha añadido que respeta este derecho pero, a continuación, ha lamentado que los taxistas tengan «secuestrada» la arteria principal de la capital catalana: «Si las empresas VTC (vehículo de alquiler con conductor) hacemos esto, tendríamos todos los coches en el depósito municipal». También ha denuciado que una minoría tenga «atemorizado» a todo el sector. Sobre el rol de Fomento, José Luis, ha añadido que «lo único que le diría al Ministerio es que no se vuelva a bajar los calzoncillos» y ha denunciado que desde algunas asociaciones de taxistas se busque la retroactividad de regulaciones como la del Real Decreto 1057/2015, de 20 de noviembre par a conservar su «monopolio» y restringir la concesión de licencias VTC.Por otra parte, José Luis ha negado que ni él ni su empresa paguen sus impuestos o coticen fuera de España. Su jornada laboral, ha comentado, se rige por el convenio del taxi y el VTC que rige en Barcelona con 8 horas de trabajo efectivo y 12 de disponibilidad diarias. «Ellos tienen un sueldo más bajo, y cobran unas comisiones sobre la facturación del taxímetro», explica.

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