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Cientos de taxistas se manifiestas en la madrileña plaza de Neptuno - MAYA BALANYA

El sector del taxi se lanza a una guerra larga e implacable

Tras paralizar ayer las grandes ciudades entre incidentes, amenazan con una huelga indefinida, desde el próximo 31 de julio, contra la «competencia ilegal» de las platafomar digitales de vehículos con chófer

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Ayer a mediodía no había ni un solo taxi en el Aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas ni tampoco en las paradas de la capital, pero era fácil encontrarlos en Atocha. Taxistas de toda España se concentraron desde las 12 horas en Madrid para protestar contra la «competencia desleal» de plataformas como Uber o Cabify, que ofrecen coches con chófer a precios más bajos, pero cuyos servicios deberían ser diferentes a los del taxi. Acudieron unos 20.000 manifestantes, según los organizadores, y 6.000 según la Delegación del Gobierno. Y se vivieron varios momentos de tensión.

El gremio expresó con fuerza su rechazo a la manera de coexistir en el mercado con los vehículos de alquiler con conductor (VTC), con los que operan estas plataformas digitales.

Según denuncia el sector, pese a que la legislación vigente establece una proporción de un vehículo con conductor por cada 30 taxis, la norma no se está cumpliendo. También advierten de que estos coches circulan por las ciudades en busca de clientes, algo prohibido. Ayer, las protestas llegaron con parones de actividad en casi toda la geografía española, y con bengalas, petardos y bocinas constantes durante la manifestación en Madrid, que de hecho comenzó con un altercado con la Policía y terminó con lanzamientos de latas, botellas y huevos. Cuatro personas fueron detenidas.

«Es una jornada sin precedentes», calificó el presidente de la Confederación de Taxistas Autónomos de España (CTAE), Julio Sanz. No obstante, a las puertas del Congreso también advirtió de que, si el Gobierno no toma medidas concretas, «esta manifestación se va a quedar pequeña con lo que estamos preparando». La CTAE, la Mesa Estatal del Taxi y la Asociación Profesional Élite Taxi llegaron a amenazar ayer con convocar una huelga indefinida a partir del próximo 31 de julio si no se toman medidas. «Estamos hasta los huevos, hasta los huevos», gritaban ayer los taxistas.

Pese a que la convocatoria estaba descentralizada, la unanimidad era clara en el sector sobre lo que consideran una amenaza. «En Valencia pidieron 200 licencias VTC y se les denegaron, pero luego recurrieron por vía judicial y se las dieron. Nada les impide ahora pedir otras 2.000 a renglón seguido», contó un taxista valenciano.

Por su parte, el presidente de la Federación Española del Taxi (Fedetaxi), Miguel Ángel Leal, aseguró que su interés no es manifestarse ni «molestar a los ciudadanos más», sino negociar y conseguir una «convivencia pacífica» entre todos los sectores. La asociación presentó en el Congreso una batería de medidas que incluye propuestas como crear una plataforma pública del taxi o incentivar un plan público-privado que facilite las prejubilaciones de taxistas.

Respuesta política

La marcha comenzó en Atocha y llegó hasta Neptuno. Sin permiso para subir hasta el Congreso de los Diputados, fueron los representantes sindicales quienes se reunieron con los portavoces parlamentarios de todos los grupos menos de Ciudadanos. «Estarán muy ocupados», bromearon los sindicalistas.

Ayer, el primero en recibirlos fue el portavoz adjunto del Grupo Popular, Carlos Floriano, y a continuación el líder de Podemos, Pablo Iglesias y el secretario de Relación con la Sociedad Civil del partido, Rafa Mayoral, así como Xavi Domenech, diputado de En Comú Podem. Iglesias aseguró que los taxistas «tienen toda la razón» y criticó al Gobierno que «a través de un ministro corrupto» subvenciona «empresas como Uber que no tributan en España y sí en paraísos fiscales».

Su intervención, sin embargo, quedó en un segundo plano cuando un manifestante lanzó un huevo a Sanz al grito de vendido, salpicando al líder de la formación morada.

Menos accidentada, aunque en términos similares, fue la intervención del portavoz de Fomento del PSOE en el Congreso, César Ramos. El diputado socialista reclamó al Gobierno un «marco» regulatorio para que el sector compita con las «mismas condiciones».

Denuncias de las VTC

No solo este gremio solicitó ayer ayuda al Gobierno. La respuesta de las plataformas digitales a la multitudinaria concentración se materializó en una carta firmada conjuntamente por Eduardo Martín, presidente de Unauto VTC, patronal de las compañías que operan con estas licencia; Carles Lloret, director general de Uber para el sur de Europa y Juan Ignacio García Braschi, consejero delegado de Cabify España dirigida al ministro del Interior, Juan Ignacio Zoido.

En ella, las plataformas defendieron que su actividad es «legal» y trasladaron a Zoido su «preocupación» por los «repetidos ataques violentos que sufren los conductores y empresas que operan en el sector».

Sobre la manifestación, estas asociaciones destacaron que los vehículos VTC fueron «atacados con ácido, pintura e incluso pistolas de balines y aire comprimido». «El incidente más grave se ha producido esta tarde cuando varios sujetos han atacado un vehículo VTC y uno de ellos ha acabado agrediendo a un policía que intentaba disuadirles. Dicho sujeto ha sido detenido», añadieron en un comunicado conjunto.

El transporte urbano ha vivido una escalada de tensión en las últimas semanas. Durante la Feria de Abril de Sevilla, nueve vehículos de Cabify fueran incendiados en un acto que todavía está siendo investigado por la Policía. En Barcelona también se produjeron distintos altercados tras un accidente producido entre un conductor del taxi y otro de VTC.

Ayer, tanto Cabify como Uber suspendieron su servicio de reserva en Madrid y anunciaron que únicamente recogerían pasajeros que pidieran transporte inmediato. Ambas empresas destacaron en sendos comunicados el «cambio» que está sufriendo la movilidad urbana. Fuentes internas de una de estas compañías añadieron a ABC que sus conductores realizan su actividad con «miedo».

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