Sánchez negociará con el PNV ceder la gestión de la Seguridad Social al País Vasco

El Constitucional aclara que la caja única del sistema está blindada de este guiño político

Pensionistas vizcaínos realizan su concentración semanal en Bilbao EFE

«Proceder en 2020 a la negociación y traspaso a la Comunidad Autónoma Vasca de las competencias estatutarias pendientes». Así arranca el tercer punto del acuerdo firmado el lunes entre PNV y PSOE y gracias al cual la formación vasca dará su apoyo a la investidura de Pedro Sánchez. Un párrafo que esconde un gran contenido en materia económica y que vuelve a poner sobre la mesa de negociación cuestiones clave para España, como es la gestión de la Seguridad Social.

Este es un asunto prioritario para el PNV, pero que siempre se ha encontrado con el freno del Gobierno central, pues la «caja única» debe ser una e indivisible . Ahora, desde el PNV insisten en que es un asunto que recoge el Estatuto de Guernica pero añaden a sus argumentos una sentencia del Tribunal Constitucional (TC) del pasado mes de noviembre en la que se reconoce al País Vasco el derecho de la gestión de dichos fondos. Eso sí, la caja única no está en cuestión, ya que esta blindada constitucionalmente y el propio TC así lo reconocía en esta sentencia.

El gesto tiene más calado político que económico. Pese a que el País Vasco tiene un saldo negativo en el sistema, nutriéndose de la solidaridad del resto de España, transferir la gestión supone un paso intermedio hacia una Seguridad Social vasca , un objetivo que los nacionalistas fijaron en su Asamblea Nacional de enero de 2016.

Fuentes del PNV matizan que en la negociación «se buscará la fórmula más adecuada» y que no tiene que pasar por un ruptura del sistema. En todo caso, sobre la mesa está la cesión de la gestión de los recursos, cuya política determina el Gobierno central, por lo que el País Vasco no podría decidir unilateralmente subir las pensiones o bajar las cotizaciones sociales. Pedro Sánchez aseguró en 2018 que no rompería la caja única de la Seguridad Social para transferirla al País Vasco.

Sin embargo, el temor a que la debilidad del Gobierno de Sánchez acelere unas negociaciones de gran complejidad técnica ha calado en la oposición. «Teniendo el cuenta el mix de afiliación/cotizaciones y de prestaciones, Cataluña y País Vasco padecen un déficit de más de 5.000 millones de euros para atender las necesidades del sistema de la Seguridad Social en la hipótesis, completamente descartable, de ruptura del principio de unidad de caja de la Seguridad Social. En el caso del País Vasco, el desequilibrio sería próximo a los 2.200 millones de euros . La ruptura del sistema sencillamente es imposible y obedece, una vez más, al imaginario secesionista al que parece haberse sumado el PSOE en los últimos días», incide Mario Garcés, portavoz adjunto del PP en el Congreso.

Margen estrecho

Otras fuentes recuerdan el gran rédito político de lograr una exigencia de este significado e incluso apuntan a la posibilidad de que se rompa la unidad territorial en determinados aspectos. El Gobierno vasco admite en un documento que una de las metas para conseguir la gestión de la Seguridad Social es el «incremento del grado de bienestar de la sociedad vasca».

Sin embargo, el TC acota claramente la frontera de la caja única: una comunidad no puede acometer medidas que «puedan comprometer la unidad del sistema o perturbar su funcionamiento económico uniforme, ni cuestionar la titularidad estatal de todos los recursos de la Seguridad Social o engendrar directa o indirectamente desigualdades entre los ciudadanos ». El margen es estrecho.

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