CONSUMIDORES

Los riesgos del bum de las operaciones estéticas en los centros «low cost»

La Secpre alerta del riesgo que suponen las intervenciones quirúrgicas baratas por falta de seguridad

ADOBESTOCK
Teresa Sánchez Vicente

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El negocio de la estética vive un auténtico bum en nuestro país debido a la preocupación creciente por la belleza y el aspecto físico en una sociedad que está muy pendiente de las redes sociales, de subir imágenes a la Red y de las autofotos o ‘selfies’. Las intervenciones van en aumento y e n nuestro país ya se realizan 398.350 operaciones al año con el objetivo de mejorar el aspecto físico , según estimaciones de la Sociedad Española de Cirugía Plástica, Reparadora y Estética (Secpre) extraídas de la encuesta La realidad de la Cirugía Estética en España 2017-2018. De este informe también se desprende que las prácticas quirúrgicas más demandadas son el aumento de mamas y la liposucción , mientras que la tercera posición la ocupa la reducción de pecho. El auge de este sector también ha propiciado la proliferación de centros que ofrecen operaciones a precio «low cost», con descuentos muy agresivos u ofertas reclamo para atraer clientes. A pesar de que a priori pueden resultar atractivas para el bolsillo del consumidor, algunos especialistas alertan de los riesgos que estas prácticas de bajo coste implican para los pacientes y su salud.

Estos centros baratos han experimentado su particular agosto a raíz de la crisis económica sufrida en España. A este respecto, el doctor Ramón Calderón, presidente de la Secpre, indica que muchas personas, especialmente los más jóvenes, priorizan el precio frente a la seguridad . «Cuando uno se plantea una operación de cirugía estética tiene que valorar el buen resultado», señala Calderón. Las clínicas en las que el bisturí se utiliza a golpe de descuentos pueden recurrir a ahorrar dinero en materia de seguridad. Los precios, de hecho, se encuentran muy por debajo de la media de lo que se cobra en un centro tradicional. Así, por un aumento de pecho se cobran hasta 7.500 euros en un centro hospitalario frente a los 2.900 de algunos ofertas anunciadas en clínicas de bajo coste. El ahorro se centra en recortar seguridad y en materiales de peor calidad, según los expertos consultados.

Médicos sin titulación

«Muchos de estos centros comparten al anestesista cuando la ley marca que haya uno por cada quirófano, carecen de banco de sangre o no tienen unidad de cuidados intensivos», advierte el presidente de la Secpre. La atención personalizada y el seguimiento médico también pueden verse resentidos en este tipo de clínicas. Pese a los peligros que implica no contar con personal sanitario especializado, en España hay alrededor de 9.000 médicos sin titulación que están llevando a cabo operaciones de estética, frente a unos 1.000 que sí cuentan con la especialidad de Cirugía Plástica, Estética y Reparadora, en base a cálculos de la Secpre.

«No es lo mismo que una clínica esté dirigida por un empresario que por un médico, ya que para el primero suele primar más el beneficio y se pierde la esencia de la Medicina», opina Calderón. Por su parte, el director de la clínica Femm, Carlos Gullón, añade que la experiencia del personal sanitario «es un grado», así como el seguimiento postoperatorio a lo largo de los años por si surge algún problema, por ejemplo, con unas prótesis mamarias.

El mercado de las operaciones de correción o de segundos retoques también ha aumentado debido a los tratamientos baratos de poca calidad. «El 15% de las consultas de un cirujano plástico tienen que ver hoy en día con arreglar destrozos de una primera operación», afirma el presidente de la Secpre. En esta línea, los especialistas inciden en que en estos casos, lo barato sale caro y abogan por aplazar las intervenciones hasta que se disponga de la liquidez suficiente para afrontarlas en vez de lanzarse a la caza de ofertas.

«El 15% de las consultas de un cirujano plástico tienen que ver hoy en día con arreglar destrozos de una primera operación»

No obstante, desde la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) señalan que identificar todo el ‘low cost’ como inseguro no es adecuado» ni tempoco hace justicia a parte del sector . «Puede existir una buena relación entre calidad y precio. El consumidor puede aceptar ofertas siempre y cuando se garantice que las clínicas están en condiciones, su inscripción en el registro sanitario, que se incluyen seguros de responsabilidad y que los profesionales cuentan con las titulaciones», asegura Enrique García, portavoz de OCU.

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