Los rebrotes retrasan la vuelta a la oficina y dan el jaque mate a la hostelería

El teletrabajo muestra su cara más perversa y el impacto puede ser devastador: 65.000 bares y restaurantes en peligro

El sector da empleo a casi dos millones de ocupados ABC / Vídeo: Madrid recurre ante el TSJM la suspensión de las nuevas medidas anticovid

El teletrabajo ha llegado para quedarse». Esta frase comenzó a escucharse casi machaconamente durante los meses más duros del confinamiento. En solo tres meses, los trabajadores desde sus casas llegaron a suponer el 35% de la población activa , lo que permitió a muchas empresas capear así el cierre total de actividad. Sin embargo, algo cambió con la desescalada, cuando empresas y autoridades comenzaron a asumir que había que volver a las oficinas, poco a poco y con todas las cautelas sanitarias , para evitar que la economía nacional perdiera otra de sus patas, la hostelería. Con el turismo fuera de juego, no se podía asumir el cierre de tantos negocios. Sin embargo, los rebrotes y el empeoramiento de la situación sanitaria han supuesto un duro varapalo a esta estrategia y hacen temer los peor. Después de un verano sin turistas, España se encamina inevitablemente hacia un otoño sin oficinistas .

El cambio ha sido tan rápido que no ha dado tiempo casi ni a pestañear. De acuerdo con los datos de Eurostat recogidos por el Banco de España, a finales de 2018, mientras en los Países Bajos y Suecia más del 30% del total de trabajadores desarrollaban su actividad laboral a distancia, España se situaba seis puntos porcentuales por debajo de la media europea, con un 7,5% de empleados en esta modalidad, y claramente distanciada de las cifras de otros países grandes, como Francia (20,8%) o Alemania (11,6%). El impacto para bares y restaurantes de este cambio tan radical y tan rápido en los hábitos de vida de los ciudadanos está siendo demoledor.

Según los datos de la patronal Hostelería de España, este 2020 cerrarán sus puertas hasta 65.000 bares y restaurantes . En los meses que llevamos de pandemia, hasta un total de 40.000 locales se han visto obligados a bajar la persiana para siempre. Y la perspectiva del nuevo curso no es más halagüeña. El impacto en el mercado de trabajo puede ser catastrófico, teniendo en cuenta que el sector hostelero da empleo a 1,7 millones de trabajadores .

En opinión del presidente de esta organización, José Luis Yzuel, el futuro «está muy muy negro» y responsabiliza de ello a la «mala gestión que se ha hecho de la crisis sanitaria y económica, la peor de Europa». En cuanto al teletrabajo, reconoce a ABC que es un vector que no se tuvo en cuenta al comienzo de la crisis pero que se ha terminado revelando como «devastador». «Está siendo un auténtico desastre, el efecto está siendo muy grave», se lamenta Yzuel.

Los datos ofrecidos por el observatorio de la desescalada de bares y restaurantes reflejan la compleja situación que atraviesa el sector. El 14% de los establecimientos de hostelería seguían cerrados en la semana del 10 al 16 de agosto, a los que se suman los que ya han abierto pero a coste de soportar pérdidas , ya que la actividad se mantiene en el 26%, tres puntos menos que en los últimos treinta días.

Madrid, gran perjudicada

Madrid se sitúa como la gran perjudicada, debido a la coincidencia de la temporada veraniega en la que la actividad baja con la proliferación del teletrabajo que ahora promete consolidarse. «El centro de Madrid es un solar», afirma Yzuel. Las ventas en la hostelería disminuyeron en la capital en 18 puntos , colocándose en el 54% de las del año pasado. El desastre vivido en verano en las zonas turísticas con dependencia de los viajeros extranjeros supone un adelanto de lo que pueden vivir los núcleos urbanos de cara a un otoño en el que el trabajo a distancia sea la norma. De acuerdo al observatorio, en la primera mitad de agosto, las zonas dependientes del turism o extranjero vieron cómo la hostelería se quedó entre el 45 y el 55 %. Por ejemplo, en Baleares, los locales abiertos tuvieron de media un 34 % de las ventas del año anterior y la actividad de la hostelería se redujo a menos de la mitad.

Ampliación de los ERTE

Con esta situación, la cadena de valor de la hostelería (formada por Hostelería de España, Aecoc y Fiab) continúa pidiendo ayudas al Gobierno. En primer lugar, espera que los ERTE se extiendan todo lo necesario para poder preservar el empleo . Y es que solo la mitad de los que han vuelto a la actividad han podido incorporar al 100% de la plantilla. Además, rechazan totalmente cualquier subida de impuestos y reclaman al Gobierno que para fomentar el consumo se aplique momentáneamente el IVA superreducido como ya han hecho países como Alemania y el Reino Unido.

Ahora se agarran a los 140.000 millones de euros que España recibirá del fondo de recuperación europeo. La hostelería y el turismo, serán, por su peso en el PIB, de los sectores que más se beneficiarán de las ayudas . Desde la cadena de valor de la hostelería confían en que se «se subvencione el empleo y que los fondos contribuyan a mantener el tejido empresarial, imprescindible para impulsar la recuperación económica».

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