Especial másteres
La rampa de lanzamiento de las vocaciones emprendedoras
Las sinergias que se producen en los centros educativos alimentan los proyectos empresariales innovadores
La silueta del emprendedor ha ido cambiando con los años, y tanto universidades como escuelas de negocios son cada vez más permeables a esta realidad. Por ello, crean programas que alimentan de forma transversal esa opción profesional entre el alumnado. Ya que el emprendimiento es una vocación motivada por una idea que puede cambiar la vida de alguien. Una carrera de obstáculos en la que sobrevive aquel que resiste a brazo partido, y tiene la suerte de saber aprovechar las oportunidades que le va a ofrecer un mercado competitivo, donde solo unos pocos son los elegidos. Para Ramón Fernández Caleya , director del Centro de Emprendimiento de la Universidad Francisco de Vitoria, se trata de proporcionar al alumno una dosis de realidad de cómo funciona el ecosistema del emprendedor porque, afirma, «no solamente es cuestión de tener un máster en emprendimiento , el máster del emprendimiento es la vida, donde el alumno llega a experimentar una evolución constante».
Emprender es una dura aventura, y el estudiante debe demostrar tener hambre de aprender. «El emprendedor ideal tiene ganas y motivación para enfrentar la montaña rusa del emprendimiento. Y las ‘soft skills’ , la tenacidad, la paciencia, el trabajo duro, el espíritu de sacrificio... Hay que tener madera. He seleccionado muchos emprendedores para participar en los programas de emprendimiento de EOI y lo que me llama la atención en algunos de ellos es un brillo especial en los ojos, eso demuestra pasión y la motivación necesaria para enfrentar las piedras del camino, que son muchas. Otra cosa importante es la humildad y la capacidad de aprender en modo esponja. Tenemos el acompañamiento de profesores, mentores y especialistas que son muy útiles si estás dispuesto a escuchar los conocimientos que te transmiten», explica Silvia Mazzoli , directora de Programas y Mentora de emprendedores en EOI.
Un ejemplo de pasión emprendedora es Greenyng. Se constituye en 2018 y participa en unos premios que lanza la Universidad Francisco de Vitoria, en la categoría de Smart cities fue seleccionada y a partir de ese punto inician una relación de colaboración con la universidad y hacen cursos con ellos como el de `La disciplina de Emprender en 24 pasos´ , inspirada en el MIT. La idea de Greenyng es reducir la cantidad de residuos que van a vertederos e incineradoras. Vieron que era un problema global, si bien en 2017 no era visto como algo preocupante hasta que en 2020 Europa lanzó su programa Green Deal , que los países miembros deben cumplir.
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La mecánica de funcionamiento es el valor que podían aportar a los actuales actores, a nivel mundial y nacional, que están liderando la gestión de los residuos: gobiernos, empresas manufactureras, empresas de recogida de residuos y al ciudadano. Articularon una plataforma digital global desarrollando un software y un hardware que permiten una comunicación con los actores.
Posteriormente terminaron construyendo sus propios contenedores en modo `indoor´ que son inteligentes y empezaron a tener contenedores para envases, latas o aceite doméstico. Pero querían abordar también lo orgánico, el residuo electrónico o la ropa. Vieron que el modelo que tenía más éxito era el de la recogida puerta a puerta , y para las comunidades verticales incorporaron casilleros digitales en los que la gente puede dejar su cubo de orgánico y el equipo de recogida de residuos es avisado. A su vez, la empresa de recogida puede usar la plataforma para gestionar la movilidad de ese residuo.
Además las nuevas leyes de residuos urbanos van a favorecer una plataforma como Greenyng, como una herramienta necesaria para 4.500 municipios y para las empresas de recogida de residuos. Ya que se exigirá reducir el número de toneladas de residuos que van a los vertederos. Además hay empresas de residuos de Emiratos Árabes Unidos que se han interesado por conocer su idea. Jordi González Segura, CEO de Greenyng, comenta: «Nosotros ya estamos en movimiento en Moralzarzal. También nos preocupaba la transformación de residuos, pero gracias a la incorporación de nuevos socios hemos conseguido una exclusividad con una planta de transformación del residuo orgánico en hidrógeno , que es un vector energético con gran proyección para la próxima década».
A través de su Centro de emprendimiento, la Universidad Francisco de Vitoria tiene una oferta en la que acompañan a los emprendedores en las diferentes fases de desarrollo hasta la consecución de un proyecto empresarial. Proporcionando mentorías, programas de formación y asistencia a concursos y eventos. A su vez, promueven la integración del emprendimiento dentro de cada una de las facultades.
Necesidades y soluciones
En la escuela digital de negocios ISDI consideran que tener un emprendimiento de impacto significa ser capaz de solventar las necesidades del target al que te diriges. Instituciones como ISDI aportan los mimbres para conseguirlo. Como menciona Nacho de Pinedo , CEO de la compañía, cuando lanzaron el primer máster de negocio digital notaron que el modelo que desarrollaron era el mismo que necesitaban los emprendedores. Además crearon una potente aceleradora llamada Impact. Y en paralelo a todo esto, dentro de su modelo formativo, hacen que los alumnos lancenuna empresa e-commerce a lo largo del máster, lo que genera que de esos proyectos salgan startups.
Un proyecto con impacto vinculada a esta escuela de negocios es Sus fundadores son celíacos o familiares de celíacos, conscientes de que cada vez que salen de viaje o a comer a un restaurante se arriesgan a la contaminación cruzada. Ésta se da cuando un alimento con gluten suelta trazas a un alimento sin gluten. Eso destruye, a largo plazo, el intestino del celíaco provocando desde anemia, osteoporosis o un cáncer de colon.
El 2% de la población en España es celíaca, señala Víctor Oliva director de la empresa. La startup hizo un estudio con la Asociación de celíacos de España, y un 66% considera que la hostelería es poco segura. Por eso, inventaron un producto que es una bolsa reutilizable, para tostadora y para sandwichera, hecha con teflón, sin PFOA, y con fibra de vidrio. Empezaron en 2012, hicieron un modelo de venta online, después llegaron a grandes supermercados y ahora también se han unido a la cadena de restauración Grupo Flavia, que gestiona restaurantes para personas celíacas. Tienen demanda en el extranjero, principalmente en Francia, Reino Unido y ahora está empezando a llamar la atención en Alemania.
Ahora están intentando llegar a las farmacias , de las cuales 7.000 están en pedanías, porque en las grandes ciudades siempre tienes hipermercados cerca donde se venda su producto, pero en un pueblo de menos de 6.000 personas no hay tantos supermercados. Su objetivo es eliminar las barreras al que se enfrenta un celíaco para que pueda disfrutar igual que cualquier persona. Reconocen que su experiencia en ISDI fue clave en la supervivencia, porque les enseñó a desarrollar la parte online del negocio.
Y es que las escuelas de negocio se han convertido en un auténtico trampolín del espíritu emprendedor. Esade , por ejemplo, ofrece al alumno el contacto directo con compañías de emprendimiento de todo el mundo: Londres, Berlín, Silicon Valley. Por ello, su MBA ha sido reconocido como el mejor de Europa para emprendedores. Y tiene diversos programas como el MSc in Innovation and Entrepreneurship (MIE), un máster de especialización, en inglés, para preparar a los estudiantes en el lanzamiento de una empresa. Así como el Challenge-Based Innovation (CBI), un programa impulsado por el CERN, en que equipos multidisciplinarios de Esade, y otras instituciones, trabajan en soluciones para el futuro de la humanidad.
En el corazón de Esade surgió Seeds , una plataforma de inversión en proyectos de energía renovable, por medio del crowdfunding, así que cada vez un usuario se registra en la plataforma y hace una compra se redondea al euro más cercano y los céntimos de diferencia van al proyecto de energía renovable de la elección del usuario. La plataforma estará lista en 2022. Con esta idea los fundadores pretenden crear una red financiera por la acción climática, contribuyendo a alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible marcados por las Naciones Unidas».
En cuanto a las posibilidades en números que tiene la startup Alba Forns, una de las fundadoras de la startup, establece que durante las protestas de Fridays For Future, más de 7.6 millones de personas salieron a la calle para exigir acción climática. Si tan sólo 1 millón de ellas fueran usuarios de Seeds, se generarían más de 210 millones de euros al año únicamente con los redondeos. Inversiones de este calibre, incluso la mitad, supondrían una reducción de 18.7 megatoneladas de CO2.
Recientemente Seeds ha sido una de las once entidades seleccionadas de entre más de 661 participantes para recibir una subvención de 125.000 € por parte de la Agencia de Investigación y Desarrollo del Estado de Nueva York . Quieren empezar en España , y hay una nueva legislación que va a entrar en vigencia en noviembre y que les va permitir expandirse por Europa en el primer año.
Forns relata que la idea nació después de las manifestaciones Globales contra la Crisis Climática de septiembre de 2019. «Allí nos dimos cuenta de la gran preocupación de nuestra generación por el planeta y de las ganas de contribuir». Los fundadores: William Wiseman, Alba Forns y José Luis Colomer se conocieron durante el máster de Energías Renovables de EIT-InnoEnergy. Un programa con un fuerte componente de empresa y emprendimiento.
Formatos distintos
Definitivamente, el espíritu emprendedor ha echado raíces en España. Félix López Capel , director en la Sek Lab de la Universidad Camilo José Cela , destaca que cada vez se emprende más pronto, y la tecnología permite esa precocidad, ya que se puede montar una web sin apenas coste. Precisamente gracias a ello, con la pandemia las empresas emprendedoras en el sector educativo batieron récords. Un sector en el que la universidad está especialmente activa a través de la SEK Lab, la primera aceleradora de startups innovadoras en educación. Desde 2015 han acelerado 60 startups con un ratio de supervivencia superior al 80%. A la vez que ofrecen prácticas en ellas a los alumnos de grado y postrado. En 2016 crearon el programa ‘La Colmena’ de habilidades transversales, incluyendo la iniciativa emprendedora para alumnos de todos los cursos. El próximo año lanzarán un máster de emprendimiento de Impacto junto a Bcorp.
Precisamente Crosswim es una startup fundada por dos hermanos alumni SEK y alumnos de la Universidad Camilo José Cela. Plantea una metodología de entrenamientos basada en un modelo híbrido que mezcla natación, salvamento deportivo y CrossFit, para lograr un nivel de máximo de rendimiento con series de ejercicios de no más de 45 minutos. El proyecto nació en la cuarentena . Iván Maese Azarenok dice : «Mi hermano desarrolló la parte más científica y yo me encargaba de la página web, la contabilidad, el contacto con los proveedores o el diseño de los productos. Ahí es donde me ha ayudado la universidad». La filosofía de la firma es que un deportista amateur tenga las habilidades de un Navy Seal, porque el deporte es clave para la salud.
La sinergias que se producen en los centros educativos alimentan el afán emprendedor. Arístides Senra Díaz, director de Innovación y Emprendimiento de la Universidad Politécnica de Madrid, señala que trabajan mano a mano con su comunidad universitaria a través del programa ‘actúaupm’, como una adaptación a programas de emprendimiento que están dándose en universidades de EE.UU.
Desde su creación han recibido 5.600 propuestas, han creado 300 startups, y desde 2008 esas startups han levantado fondos de inversión, principalmente privados, por valor de 132 millones. Con una facturación de 233 millones y 2.200 empleos generados. La universidad tiene conexiones naturales con instituciones de Chile, Colombia y México, y oferta un doble título de Máster entre la Universidad de Tongji, en Shanghái y la ETS Ingeniería y Sistemas de Telecomunicación de la Universidad Politécnica.
ThermoHuman fue un proyecto que comenzó en la UPM . Ismael Fernández, cofundador de la startup, era alumno junto con su compañero, Pedro Gómez, en el máster de Ciencias de la actividad física y del deporte. Gómez estaba haciendo pruebas físicas a jugadores de la cantera del Getafe y siempre le decían que no podían realizarlas porque estaban lesionados. Así comenzaron su investigación. Y a través de ‘actúaupm’ desarrollaron su startup. La mecánica es que la termografía infrarroja mide la temperatura del cuerpo y la representa con colores. Así, ThermoHuman ha generado un software que analiza las imágenes, y establece en qué zonas puede haber riesgo de lesión.
La tecnología les permite trabajar en deporte, salud e investigación , pero Fernández dice: «Estoy convencido que dentro de unos años la termografía puede estar integrada en una versión del iphone de turno, eso la popularizará». La facilidad de uso y lo intuitiva que es, sin ser invasiva, supondrá, para los fundadores del proyecto, tener información clave respecto al tratamiento, entrenamiento o a la nutrición.
El proyecto comenzó en 2009, se constituyó en 2011 y el primer cliente entró en la empresa en 2016. Hoy tienen un proyecto con el Hospital Ramón y Cajal y trabajan en 28 países con equipos de la NBA, La Liga, la Premier, Comités Olímpicos, universidades y hospitales. Su misión es promocionar la termografía, avanzando a nivel tecnológico para conocer cada vez más cómo funciona el cuerpo humano.
Son aventuras empresariales apasionantes y apasionadas alentadas desde las aulas. Porque como afima Jan Brinckmann , profesor de emprendimiento de Esade,: «El emprendedor es un estilo de vida, una declaración individual de independencia. Representa un cambio de mentalidad, en el que puedes trabajar libremente, mientras te realizas y creas impacto».
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