El profesor Luis Alberiko Gil-Alaña (NCID + Universidad de Navarra) y el profesor Robert Mudida (NCID + Strathmore University) impartiendo un curso en la African School of Economics en Benín.
El profesor Luis Alberiko Gil-Alaña (NCID + Universidad de Navarra) y el profesor Robert Mudida (NCID + Strathmore University) impartiendo un curso en la African School of Economics en Benín. - ABC

La prueba del algodón de las ayudas contra la pobreza extrema

Un «think tank» español chequea de manera científica la eficacia de los fondos para el desarrollo

MADRID Actualizado: Guardar
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Todos nos hemos preguntado alguna vez si se audita o se controla de alguna manera la eficacia de la ayuda que destinan los países y los organismos privados a la lucha contra la pobreza en el mundo. Los países anglosajones, que llevan mucha ventaja en este tema, controlan desde hace años la ayuda a través de organizaciones no gubernamentales como 3ie (The International Initiative for Impact Evaluation), en la que participan la Agencia de Desarrollo Británica, la Fundación Bill Gates y la Fundación HP, entre otros.

En el caso de España hay varios organismos especializados, entre los que está el Centro de Desarrollo Internacional de la Universidad de Navarra (NCID, en sus siglas en inglés). Luis Ravina, su director, asegura que «fundamentalmente lo que hacemos es aplicar la ciencia al desarrollo económico mundial.

Nosotros medimos, por ejemplo, la competitividad de las empresas de los países pobres para intentar detectar sus fallos y ayudarlas a mejorar». Ravina participó hace unos días en la sexta edición del NCID Research Workshop que organizó conjuntamente la Fundación Ramón Areces y la Universidad de Navarra.

En cuanto a países Ravina explica que han acotado el espectro y se han centrado en Kenya, India, Guatemala, Bolivia y Filipinas, aunque no descartan ampliar sus trabajos a otros. El equipo está formado por 14 profesionales que son economistas, politólogos, sociólogos y de otras disciplinas.

Además de medir la eficacia de la ayuda, el Centro de Desarrollo Internacional de Navarra estudia asuntos como la transferencia de tecnología, la migración y el desarrollo institucional como medios para salir de la pobreza extrema.

El método de trabajo, según Ravina, es «hacer un análisis de un país o una región en la que una política ha ayudado con éxito a que la población salga de la pobreza, para después comprobar si esa política se puede volver a implementar, adaptada a las circunstancias locales, a otros países pobres. A través de la investigación aplicada, tenemos la intención de generar ideas que resuelvan problemas sociales crónicos asociados con la pobreza».

El objetivo es impulsar iniciativas que resuelvan problemas sociales crónicos asociados con la pobreza, como la corrupción y la violencia, entre otros. Para ello analiza tres líneas de desarrollo que están estrechamente relacionadas entre sí: la calidad de las instituciones de cada país, la transferencia de tecnologías y la evaluación de impacto de políticas y programas.

En el caso de la ONG británica mencionada, 3ie, y que en cierto modo ha servido de inspiración para la organización con sede en Pamplona, su director hasta el año pasado, Richard Manning, aseguraba en su carta de presentación del informe anual de 2016 que «si queremos mejorar la ayuda al desarrollo es fundamental continuar aumentando la disponibilidad de los datos rigurosos para ayudar a políticos y empresas a tomar las mejores decisiones en este campo». Entre las conclusiones del informe se destaca el programa de desarrollo para la infancia puesto en marcha en México, basado en dar formación a los padres de los niños sobre la importancia de que éstos asistan a clase. Otro ejemplo son los matrimonios entre niños en Bangladesh. Los investigadores concluyeron que motivando a las niñas a estar más años en clase éstas retrasarían la edad del matrimonio.

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