El consejero delegado de E.on, Johannes Teyssen
El consejero delegado de E.on, Johannes Teyssen - ABC

E.on presenta pérdidas récord de 16.000 millones de euros

La eléctrica alemana ha puesto en marcha un plan de acción centrado en la reducción de costes y de deuda que pasará por un recorte de 1.300 puestos de trabajo

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La eléctrica alemana E.on se ha visto este miércoles obligada a reconocer ante los analistas que se encuentra en lo más profundo del hoyo, con unas pérdidas récord en la historia de la compañía de 16.000 millones de euros, lo que supone un aumento de las pérdidas de un 21% respecto al año anterior, aunque también les ha hablado de un plan de acción centrado en la reducción de costes y de deuda que pasará por un recorte de 1.300 puestos de trabajo. La tesis de sus directivos es que esto no es un hoyo, sino un momento de transición.

Además del adelgazamiento de la nómina, E.on se plantea la venta de su participación en Uniper, todavía el 46,65%.

En 2016 amortizó 3.800 millones de euros, la mayor parte en activos de carbón y gas que escindía en una sociedad cotizada por separado denominada Uniper. La operación redujo el valor contable de Uniper en el balance de E.on en un 20% hasta aproximadamente 12.000 millones de euros. De acuerdo con una estimación de Bernstein, la nueva empresa generará un Ebitda de alrededor de 1.600 millones de euros en 2017. El restante de la compañía alemana tras escindir los activos de carbón y gas podría ser más valorado por los inversores. Pero esto no logra desdibujar el hecho de que la facturación se haya reducido en un 11 %, hasta 38.173 millones de euros.

La junta directiva de E.on propondrá en la próxima junta general de accionistas el reparto de un dividendo de 0,21 euros por acción por el año 2016. Para el año 2017 prevé incrementar el dividendo a 0,30 euros por acción.

Entre los principales objetivos para este año, la compañía se propone seguir trabajando en la reducción de la deuda, que pretende situar en unos 20.000 millones de euros a medio plazo desde los 26.300 millones que anotaba en sus cuentas a finales de 2016. Además para unos 10.000 millones de euros en un fondo respaldado por el Estado que se encarga del almacenamiento definitivo de los residuos nucleares en Alemania. Eso es 2.000 millones de euros más de lo que hasta ahora ha destinado para estos costes. El débil balance de E.on parece preparado para este tipo de cargas pesadas, pero también es posible que tenga que incrementar su capital.

Su consejero delegado, Johannes Teyssen, señala además los esfuerzos que la compañía está haciendo para adaptarse a la nueva economía. A partir del mes de abril, sus clientes podrán producir su propia energía solar y almacenarla sin límite para utilizarla más tarde, cuando quieran y como quieran, un sistema novedoso pero que será irrenunciable dentro de solo unos años. Se trata del servicio SolarCloud: los productores de energía solar podrán almacenar una cantidad ilimitada en una cuenta de electricidad virtual y luego consumir de ella en el momento en que la necesiten, un servicio que ya está disponible en Alemania, como una ampliación de otros de almacenamiento y que será ampliado lo antes posible a otros países europeos. Gracias a este nuevo servicio, E.ON tiene pie puesto en el autoconsumo, ayudando a los que opten por esta opción a aprovechar al máximo su capacidad de generar electricidad aunque no tengan una batería u otros modos de almacenamiento.

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