El precio de la gasolina sube a niveles récord en Portugal: 1,652 euros por litro

Los portugueses suelen hacer ‘turismo de combustible’ cruzando la frontera para comprar más barato, pero esta circunstancia puede llegar a su fin porque los costes y tasas también se incrementarán en España

Los impuestos por biocombustible significan ya el 11% de la factura global EFE
Francisco Chacón

Esta funcionalidad es sólo para registrados

El precio de la gasolina alcanza máximos en Portugal y se sitúa ya en 1,652 euros por litro , es decir, el coste más alto de Europa… con la particularidad de que los salarios son de los más bajos de todo el continente. Y es la elevada cantidad de impuestos indirectos la que tira al alza , porque este índice representa ya el 64% de la factura, con el Gobierno socialista de Antonio Costa recaudando 1.000 millones de euros por este concepto en la franja de los últimos 12 meses.

Hasta ahora, la única escapatoria la tenían los portugueses que viven cerca de la frontera porque llevan años cruzando para comprar combustible, hoy a 1,35 . Tampoco es que sea barato, pero compensa un viaje para regresar con las ‘alforjas’ llenas.

Pero subrayamos el ‘hasta ahora’ porque los medios lusos comienzan a informar de una próxima subida de estos precios en España, con lo cual se puede poner fin a este ‘turismo de combustible’ . Las alarmas han saltado en las gasolineras de la ‘Raya’ porque, si esta circunstancia se confirma, el perjuicio económico sería evidente a lo largo de los 1.214 kilómetros de límite común : de Huelva a Pontevedra, pasando por Badajoz, Cáceres, Salamanca, Zamora y Orense.

Alza de impuestos indirectos

Sí, porque los portugueses dejarían de cruzar con semejante propósito, lo cual se traduciría igualmente en otros sectores porque muchos de los ciudadanos del otro lado aprovechan para adquirir otro tipo de bienes cuando pasan los puestos fronterizos.

Los impuestos por biocombustible significan ya el 11% de la factura global y este hecho contribuye a que, de forma paradójica, la energía sostenible se sustente sobre la base de una situación insostenible en cientos de miles de familias que apenas pueden llegar a fin de mes debido al alza desmesurada de la luz y de los combustibles, tal cual acontece tanto en Portugal como en España.

Los habitantes del país vecino asisten atónitos a esta fuerte subida de impuestos indirectos que se ha instalado desde que manda el Gobierno socialista, lo que se traduce en un día a día carísimo a la hora de llenar el depósito del automóvil.

Además de la ristra de impuestos indirectos que sirve para engordar las arcas del Estado, la siguiente partida en el precio final pertenece a los costes asociados a la materia prima : tanto a la extracción como al proceso seguido en las refinerías de petróleo. Esta franja representa el 29% , esto es, unos tres euros, pero aumenta hasta los 14 en el caso de que se llene el depósito con 50 euros, tal vez la medición más demandada.

El almacenaje, la distribución y la comercialización se saldan con ocho céntimos por cada 10 euros y con cuatro euros si se sube a esos 50, mientras que la citada tasa sobre los biocombustibles se ha incrementado, en menos de un año, del 10% al 12%.

Solo Países Bajos y Noruega presentan costes más elevados que Portugal, algo inaudito dada la diferencia de prosperidad entre uno y otro. Otro dato significativo para añadir más leña al fuego: el precio de la gasolina ha subido tanto en solo unos meses que la proporción lo sitúa en 20 veces más que los salarios a lo largo del último año. Una circunstancia que irrita a los vecinos ibéricos en plena pandemia, con una crisis económica que solo puede calificarse como galopante y unas perspectivas nada alentadoras.

Pero las cifras no admiten dudas. Por un lado, el incremento del combustible ha alcanzado un 24,8%, contando desde mediados de 2020. Por otro, los recortes de sueldos en las empresas se cuentan por una media del 7%, aunque en muchos casos es bastante superior. Para colmo, se trata de compañías que, en ocasiones, aplican la reducción drásticamente incluso si sus beneficios únicamente se han visto disminuidos , pero no cercenados del todo.

El caso es que el desajuste entre lo que cuesta la gasolina y lo que percibe un trabajador se ha abierto un 30% y coloca a un elevado grupo de familias en una situación muy comprometida.

El resultado es una presión económica sin precedentes y, si se esfuma ese ahorro de casi 28 céntimos por litro cuando cruzan a España, entonces la península ibérica puede convertirse en una suerte de cárcel energética donde las personas bastante tienen con pagar esos sobrecostes indirectos que se les aplican.

Tomamos como ejemplos la localidad onubense de Ayamonte , donde desembarcan diariamente cientos de portugueses procedentes de Castro Marim (cuna de la madre del mismísimo Paco de Lucía), o Badajoz, que recibe a decenas de m oradores de Campo Maior o Elvas , únicamente 19 kilómetros más allá. Y lo mismo acontece de Vilar Formoso a Ciudad Rodrigo , con 31 kilómetros de separación, o de Chaves a Verín (30), por citar determinadas muestras de esta tendencia.

El presidente de la Asociación Empresarial de Portugal, Luis Miguel Ribeiro, lanza una seria advertencia al primer ministro socialista, Antonio Costa: «A corto y medio plazo, estos precios nos van a costar un retroceso en las exportaciones» .

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación